UV, entre mejores universidades
Luis Velázquez
En el número especial del décimo aniversario, la revista Guía Universitaria 2012 publica la lista de las cien mejores universidades del país.
Y en el número 24 aparece la Universidad Veracruzana, que hacia el mes de septiembre, 2013, elegirá al sucesor del rector, Raúl Arias Lovillo.
Claro, en los primeros cinco lugares aparecen la UNAM, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, el Politécnico Nacional, el Tecnológico Autónomo de México y la Universidad Iberoamericana.
Y en el caso de las universidades de provincia figuran las siguientes:
1.-Universidad del Valle de México, en sexto lugar.
2.-Universidad de las Américas, de Puebla, en séptimo.
3.-Universidad de Guadalajara, en noveno.
4.-Universidad Autónoma de Guadalajara, en décimo.
También están las universidades de Nuevo León, la universidad privada de Monterrey, una de Guanajuato, otra de Yucatán y otra de San Luis Potosí.
Y en el número 24, la UV, con sus maestrías y doctorados.
En el número 44, 20 números debajo de la UV, la Universidad Cristóbal Colón, del puerto jarocho.
En el 58, más abajo, la Universidad Villa Rica, que fue vendida por la familia Ariza a un consorcio mundial.
En el 63, el Instituto Tecnológico de Veracruz, seguido en el número 64 por la Universidad del Golfo de México, que integra una cadena de estudios en varias entidades federativas, propiedad de un hermano del arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios.
En el número 99 está la Universidad Regional del Norte y en el cien el Instituto Tecnológico de Zitácuaro.
Así, resulta inverosímil que mientras de norte a sur de Veracruz, la secretaría de Educación Pública registra un aproximado de 242 universidades privadas, sólo tres figuren con un ranking de primera.
Nadie, por supuesto, desdice ni cuestiona al secretario de Educación, Adolfo Mota Hernández, que se ha cortado las venas hablando maravillas de las universidades privadas de la tierra jarocha.
Pero, bueno, la mayoría quedan bajo sospecha en su calidad educativa y en la calidad de los programas de estudio y en la calidad de los educandos en el mercado regional.
Por eso, incluso, resulta plausible que la UV alcanzara el número 24 entre las cien mejores del país y el primerísimo lugar entre las casas de estudios superiores de Veracruz, incluidas las 242.
Con todo y que el doctor Arias Lovillo se ha pasado siete años de su vida rectoral tocando puertas con los presidentes Vicente Fox Quezada y Felipe Calderón Hinojosa, y por supuesto, en el palacio principal de Xalapa, para cabildear un incremento en el presupuesto anual sin éxito alguno.
UPAV, NI SUS LUCES
Con lupa se ha buscado en las cien mejores universidades de México a la Universidad Intergaláctica Popular Autónoma de Veracruz, UPAV, pero la Guía 2012 la ha omitido.
Quizá pudiera deberse a una envidia incontrolable, pues, como se sabe, la UPAV es, se insiste, intergaláctica dicho por su rector intergaláctico, Guillermo Zúñiga Martínez, aquel que en el sexenio de Patricio Chirinos Calero como delegado de la SEP quedara con la fama pública de haber desviado cinco mil cheques de maestros para la campaña presidencial de Ernesto Zedillo Ponce de León, no obstante que los oficiosos inculpan al economista Roberto Bravo Garzón, qepd, del operativo aquel.
Pero, bueno, también hay quienes señalan a Zúñiga Martínez, el mismo que en la edad de Piedra se desempeñara como director de Enseñanza Popular y Enseñanza Media, y todavía hoy, en el siglo XXI, continúa su apostolado educativo, pero ahora desde la única universidad popular de la tierra jarocha.
Y más, mucho más, la envidia también pudiera deberse a que antes de que el gallo cantara tres veces, la UPAV tenía más de 60 carreras, unas 25 maestrías y unos 15 doctorados, con alumnos, incluso, en el Polo Norte.
Y aun cuando las Secretarías de Educación de Tabasco y Puebla la hayan declarado “universidad patito” en sus entidades federativas, habría de recordarse que el rector intergaláctico aseguró que le tenían envidia.
Más todavía. El titular de la secretaría de Educación de Puebla, Luis Maldonado Venegas, quien (se cura Memo Zúñiga en salud) desde el cuatrienio de Dante Delgado arrastra un odio creciente en su contra.
Pero, bueno, crucemos los dedos para que en la próxima edición de la Guía Universitaria, la UPAV sea considerada en la lista privilegiada de su ranking anual.
MOTITA, SOLAPADO POR GAMBOA PATRÓN
En unos meses, Arias Lovillo terminará el segundo periodo como rector de la UV, a diferencia de su antecesor, el también economista, qepd, Roberto Bravo Garzón, quien lo fuera durante 12 años (con Rafael Arias Hernández como secretario académico), es decir, dos sexenios, y se caracterizara porque la UV era rehén de un montón de porros que llegaban armados hasta con R-15 a recibir clases.
Podrán darse, como es natural, intrigas contra el rector. Y más cuando ha ejercido la autonomía de la máxima casa de estudios con dignidad, incluso, rayando en la heroicidad con tantos vientos adversos.
Pero ocupar el número 24 entre las cien mejores universidades del país constituye un reconocimiento académico, fuera de duda, a la política educativa superior.
Lástima, porque en contraparte, de cada cien años egresados de la escuela primaria, apenas diez llegan a la educación superior y traspasar tal barrera depende del Enrique Rébsamen del siglo XXI, el pedagogo Adolfo Mota, cuyo padrino político, el senador Emilio Gamboa Patrón, sÓlo lo protege y encubre, pero nunca le exige rendición de cuentas para mantenerse en el cargo con un alto rendimiento.
Alguna otra virtud tendrá…
POSDATA: Más información en el blog.expediente.mx
Luis Velázquez
En el número especial del décimo aniversario, la revista Guía Universitaria 2012 publica la lista de las cien mejores universidades del país.
Y en el número 24 aparece la Universidad Veracruzana, que hacia el mes de septiembre, 2013, elegirá al sucesor del rector, Raúl Arias Lovillo.
Claro, en los primeros cinco lugares aparecen la UNAM, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, el Politécnico Nacional, el Tecnológico Autónomo de México y la Universidad Iberoamericana.
Y en el caso de las universidades de provincia figuran las siguientes:
1.-Universidad del Valle de México, en sexto lugar.
2.-Universidad de las Américas, de Puebla, en séptimo.
3.-Universidad de Guadalajara, en noveno.
4.-Universidad Autónoma de Guadalajara, en décimo.
También están las universidades de Nuevo León, la universidad privada de Monterrey, una de Guanajuato, otra de Yucatán y otra de San Luis Potosí.
Y en el número 24, la UV, con sus maestrías y doctorados.
En el número 44, 20 números debajo de la UV, la Universidad Cristóbal Colón, del puerto jarocho.
En el 58, más abajo, la Universidad Villa Rica, que fue vendida por la familia Ariza a un consorcio mundial.
En el 63, el Instituto Tecnológico de Veracruz, seguido en el número 64 por la Universidad del Golfo de México, que integra una cadena de estudios en varias entidades federativas, propiedad de un hermano del arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios.
En el número 99 está la Universidad Regional del Norte y en el cien el Instituto Tecnológico de Zitácuaro.
Así, resulta inverosímil que mientras de norte a sur de Veracruz, la secretaría de Educación Pública registra un aproximado de 242 universidades privadas, sólo tres figuren con un ranking de primera.
Nadie, por supuesto, desdice ni cuestiona al secretario de Educación, Adolfo Mota Hernández, que se ha cortado las venas hablando maravillas de las universidades privadas de la tierra jarocha.
Pero, bueno, la mayoría quedan bajo sospecha en su calidad educativa y en la calidad de los programas de estudio y en la calidad de los educandos en el mercado regional.
Por eso, incluso, resulta plausible que la UV alcanzara el número 24 entre las cien mejores del país y el primerísimo lugar entre las casas de estudios superiores de Veracruz, incluidas las 242.
Con todo y que el doctor Arias Lovillo se ha pasado siete años de su vida rectoral tocando puertas con los presidentes Vicente Fox Quezada y Felipe Calderón Hinojosa, y por supuesto, en el palacio principal de Xalapa, para cabildear un incremento en el presupuesto anual sin éxito alguno.
UPAV, NI SUS LUCES
Con lupa se ha buscado en las cien mejores universidades de México a la Universidad Intergaláctica Popular Autónoma de Veracruz, UPAV, pero la Guía 2012 la ha omitido.
Quizá pudiera deberse a una envidia incontrolable, pues, como se sabe, la UPAV es, se insiste, intergaláctica dicho por su rector intergaláctico, Guillermo Zúñiga Martínez, aquel que en el sexenio de Patricio Chirinos Calero como delegado de la SEP quedara con la fama pública de haber desviado cinco mil cheques de maestros para la campaña presidencial de Ernesto Zedillo Ponce de León, no obstante que los oficiosos inculpan al economista Roberto Bravo Garzón, qepd, del operativo aquel.
Pero, bueno, también hay quienes señalan a Zúñiga Martínez, el mismo que en la edad de Piedra se desempeñara como director de Enseñanza Popular y Enseñanza Media, y todavía hoy, en el siglo XXI, continúa su apostolado educativo, pero ahora desde la única universidad popular de la tierra jarocha.
Y más, mucho más, la envidia también pudiera deberse a que antes de que el gallo cantara tres veces, la UPAV tenía más de 60 carreras, unas 25 maestrías y unos 15 doctorados, con alumnos, incluso, en el Polo Norte.
Y aun cuando las Secretarías de Educación de Tabasco y Puebla la hayan declarado “universidad patito” en sus entidades federativas, habría de recordarse que el rector intergaláctico aseguró que le tenían envidia.
Más todavía. El titular de la secretaría de Educación de Puebla, Luis Maldonado Venegas, quien (se cura Memo Zúñiga en salud) desde el cuatrienio de Dante Delgado arrastra un odio creciente en su contra.
Pero, bueno, crucemos los dedos para que en la próxima edición de la Guía Universitaria, la UPAV sea considerada en la lista privilegiada de su ranking anual.
MOTITA, SOLAPADO POR GAMBOA PATRÓN
En unos meses, Arias Lovillo terminará el segundo periodo como rector de la UV, a diferencia de su antecesor, el también economista, qepd, Roberto Bravo Garzón, quien lo fuera durante 12 años (con Rafael Arias Hernández como secretario académico), es decir, dos sexenios, y se caracterizara porque la UV era rehén de un montón de porros que llegaban armados hasta con R-15 a recibir clases.
Podrán darse, como es natural, intrigas contra el rector. Y más cuando ha ejercido la autonomía de la máxima casa de estudios con dignidad, incluso, rayando en la heroicidad con tantos vientos adversos.
Pero ocupar el número 24 entre las cien mejores universidades del país constituye un reconocimiento académico, fuera de duda, a la política educativa superior.
Lástima, porque en contraparte, de cada cien años egresados de la escuela primaria, apenas diez llegan a la educación superior y traspasar tal barrera depende del Enrique Rébsamen del siglo XXI, el pedagogo Adolfo Mota, cuyo padrino político, el senador Emilio Gamboa Patrón, sÓlo lo protege y encubre, pero nunca le exige rendición de cuentas para mantenerse en el cargo con un alto rendimiento.
Alguna otra virtud tendrá…
POSDATA: Más información en el blog.expediente.mx

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