“Con alegría en el rostro de los niños la vida es más placentera”, les platico que hace pocos días conviví con familias de la comunidad Ejido Juana Moza como siempre sus habitantes muy unidos y festejamos entre todos la víspera de la natividad.
Algo curioso me sucedió antes de entrar a misa, me topé con una señora acompañada de un niño, su hijo, que andaban vendiendo tamales y le dije al chiquillo por qué no estaba con sus compañeros de catecismo y de ahí comenzó una plática con su Mami, quien me confesó de lo malo que la está pasando su hijo en la escuela; del maltrato de sus compañeros o famoso “Bullyng” , y que “no quería pasar a misa porque en ella estaba una niña con la cual él tiene muchos “problemas”.
“Me pregunto”: ¿Juanito a la edad de 9 años que problemas puede tener con una niña? Pues lo agarré de la mano y nos fuimos a la misa para que terminando me presentara a la dichosa chica que era el motivo para no entrar a la capilla.
Pues rezamos y Juanito estuvo muy atento, hasta que terminó la misa y salimos para poder convivir y entregar los dulces y presentes a los niños y niñas del Ejido Juana Moza.
Llegó el momento que le pedí a Juanito que me presentara a la niña y muy obediente me dijo quién era y con mucho trabajo logré que se dieran la mano e hicieran las paces y hasta jugaron con la pelotas que les llevamos. Espero que Juanito y María continúen con la amistad.
Y bien pues a repartir dulces y pelotas para Dar de Corazón, a las sonrisas más sinceras que hay en el mundo la de los niños.
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