La democracia es una lucha a contracorriente por el alto grado de desigualdad que vive el país, asegura.
·El modelo educativo de la UACM vale la pena, puntualiza el historiador.
“Una desilusión política se vive en los tiempos actuales para la democracia mexicana. En la actualidad, el sistema político mexicano no representa prácticamente ningún interés de los habitantes del país, y aunque existe cierto pluralismo a nivel del sistema de partidos, sigue siendo un sólo partido político el que controla los destinos de la nación, a nivel de los gobiernos locales”, afirmó el historiador Lorenzo Meyer, durante su visita a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), como invitado del Seminario El léxico de la política de la globalización”, realizado en el Plantel Casa Libertad.
Durante su ponencia Los dilemas de la política mexicana en el siglo XXI, Lorenzo Meyer comentó que durante el autoritarismo del sistema político mexicano del siglo XX, a través del partido hegemónico, el Partido Revolucionario Institucional, mantenía una supuesta“democracia”, ganando las elecciones presidenciales de manera apabullante, como el caso de 1976, cuando el entonces candidato ganador, José López Portillo, triunfó con un margen a favor del 100 por ciento, hecho que el académico calificó como inverosímil en lo que se supone una verdadera democracia.
Agregó que a través de los años, el porcentaje de votos ganadores para dicho partido político ha disminuido, gracias a que los tiempos políticos han cambiado, pasando por el fraude electoral de 1988 que dio como ganador a Carlos Salinas de Gortari, aunque hasta su último presidente del Siglo XX, Ernesto Zedillo, los habitantes no confiaban en los procesos electorales. Fue hasta la elección del 2000, al inicio del siglo XXI, con el arribo de Vicente Fox a la presidencia, cuando las elecciones comenzaron a ser más creíbles, pues el entonces candidato del PAN ganó apenas con un 42.52% de las preferencias.
Sin embargo, el académico precisó que aún con estos factores, la democracia mexicana no tiene confianza en la base política de su soberanía, que son los representantes políticos, ya que la población desconfía de las instituciones que conforman la democracia.
Basándose en encuestas oficiales, tanto del gobierno federal durante la gestión panista de Felipe Calderón, Consulta Mitofsky, el INEGI y otras instituciones públicas e internacionales, el catedrático del Colegio de México demostró que las universidades, la Iglesia, el Ejército y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos son instancias en las que los mexicanos confían mayoritariamente; sin embargo, expuso que éstas son instituciones democráticas y son instituciones de tipo coloniales.
Para Lorenzo Meyer, uno de los factores que se contraponen a la democracia mexicana es la desigualdad que padece la nación por tantos años, ya que, más que ser un país con democracia, es un país con un sistema de gobierno oligárquico, pues sólo unos consiguen mucho y muchos consiguen poco, siendo esto un ejemplo de la radiografía de la política mexicana. Destacó que México está en un 39.4 por ciento de pobreza con respecto a América Latina, rebasado por países como Uruguay, Chile y Brasil.
Otro factor a destacar son las razones que tienen para votar los mexicanos: por un lado, más del 50 por ciento de la población votante utiliza como medio de comunicación a la televisión, para informarse y así decidir su voto; de acuerdo a una encuesta del Observatorio Universitario Electoral, un 29.4 por ciento de la población ejerce su voto con la finalidad de verse beneficiado, tanto en lo personal, como para su familia, lo cual implica que busca que su voto está condicionado o sujeto a una compensación.
Ante este panorama, el doctor Meyer argumentó que una vez que se da una transición en un sistema político, éste debe seguir avanzando, sin detenerse, sin quedarse en la involución, con una lucha cotidiana y variante de donde salió, pues se podría estar en un proceso de regresión, tal y como lo está viviendo la democracia mexicana en la actualidad. Afirmó que la sociedad mexicana, en un 46 por ciento, vota por necesidad, mientras que una minoría de votantes lo hace de manera libre e informada.
Finalmente, Lorenzo Meyer comentó, trasla crisis que vivió esta casa de estudios, que exigir exámenes de admisión podría ser ideal para las universidades, pero no para la sociedad, debido a la desigualdad que existe en el país. En las universidades “se debe trabajar con cada alumno de manera personalizada, lo que hace que el modelo educativo de la UACM valga la pena”.
Fuente: Radio AMLO...
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