viernes, 10 de mayo de 2013

NO SE PUEDE VIVIR SIN DEMOCRACIA

Uriel Flores Aguayo 

Estoy plenamente convencido de que nuestro principal rezago en Veracruz tiene que ver con la muy precaria condición democrática en que vivimos ; es la clave y condición fundamental para resolver todo lo demás; se puede pensar, no sin cierta razón, que los principales problemas tienen que ver con lo social y con la seguridad; es cierto en algún sentido , son parte del conjunto de nuestra sociedad , pero nunca se resolverán si no tenemos una base y un contexto plenamente democrático . Pienso que Veracruz no resiste un comparativo elemental con los requisitos simples de una vida en democracia, lamentablemente: división de poderes , estado de derecho , libertades civiles en general, derecho a disentir, expresión libre, alternancias, pluralismo natural, etc. Constatarlo es impactante, padecerlo mas pero reconocerlo es casi una cuestión civilizatoria. Como no se ha vivido en democracia mas allá de cuestiones formales y discursivas se puede creer que lo que se tiene es bueno o que, fatalmente, no hay nada que hacer. Es difícil pero para nada imposible asumir nuestra realidad política y social, tanto desde los que detentan el poder como de las oposiciones y la sociedad civil; es muy fuerte saberlo y aceptarlo pero es peor y nocivo, a la larga, simular como si se tuviera y dejar al tiempo que se encargue de hacer algo positivo. Si no hay democracia tampoco hay república  asomándose, entonces, una especie de dictadura; por fuerte que parezca pero hay que decirlo sin eufemismo: dictadura. Habrá quien se escandalice con tal afirmación, ni modo , no hay otra definición más precisa en sentido del lenguaje y la historia. Ante esa realidad los retos, el esfuerzo y el compromiso ético y civil es gigantesco; no debe haber medias tintas ni afanes de un gradualismo estéril: o Veracruz gira hacia la democracia o se pudre, tal como ya se perciben síntomas en ese sentido. 

La política partidista, sobre todo en periodo electoral, debería ser una buena oportunidad para arrancar en el rumbo democrático, lo contrario no sirve, no funciona y es regresivo. Si el PRI cree que va a seguir Gobernando a la antigüita está muy equivocado, los tiempos cambian, con o sin su concurso; si los partidos paleros creen que van a seguir vendiéndose al mejor postor igual se equivocan; ¿ para qué sirven los nuevos membretes locales, a quienes representan?. La clave de la política y sus partidos está en la representación que tengan, que expresen opiniones y demandas ciudadanas, que oxigenen la vida pública; lo contrario, cuando se representan a sí mismos, los lleva a la inutilidad y lo regresivo. Sin democracia no hay vida sana, libre y productiva; si la política se vuelve espectáculo e intrascendencia deja de ser útil socialmente, aleja a los ciudadanos y atrofia los canales de expresión. Hoy por hoy eso ocurre en nuestro estado ,con instituciones electorales de papel y partidos comparsas, ocasionando un daño brutal a la sociedad. Sin democracia no hay elecciones libres, alternancias y contrapesos; sin democracia los ciudadanos no participan ni se hacen responsables de nada; dolosamente se les excluye de lo colectivo. 

Me temo que todavía pasará mucho tiempo para que alcancemos niveles dignos de vida democrática, condenándonos a una realidad mediocre, donde no gobiernen los mejores. Pienso en lo básico, tampoco estoy planteando formas novedosas, directas por ejemplo; pienso como Krauze, en una democracia sin adjetivos; ni más ni menos. Pero urge, no como acto de bondad del poder, sino como un proceso normal para el que ya hay todas las condiciones. Pueden seguir posponiendo nuestro ingreso pleno a la democracia pero no lo van a lograr indefinidamente, para siempre. En tanto es importante definirlo con claridad: el tema de temas, la clave de nuestro verdadero progreso radica en nuestro ingreso sin ataduras a la vida democrática; Veracruz, menos lugares como Xalapa, resisten seguir así sin que se revierta en sentido de frustraciones sociales y abono a actitudes violentas ; es absurdo, una autentica contradicción, que en la ciudad culta y juvenil por excelencia, se pretenda continuar con políticas clientelares y opacas; es un atentado a la cultura , a la juventud y a nuestra historia que se reiteren formas arcaicas y opresivas de atender los asuntos públicos. Cuando las aspiraciones e intereses de la comunidad no entran ni caben en los esquemas políticos prevalecientes, se produce el abstencionismo, la apatía y el resentimiento, de eso son responsables los políticos tradicionales que dominan la escena local. Por Xalapa, bien vale la pena insistir en la alternancia que oxigene un poco nuestros terrenos colectivos. Que la política y las actividades de todos los ámbitos sociales lleven el sello de la convicción y el compromiso democrático: estudiantes y maestros democráticos, funcionarios democráticos, habitantes democráticos, políticos democráticos, empleados democráticos, familias democráticas, prensa democrática, etc. 

Recadito: Hay que ir por la alternancia en Xalapa. 

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