lunes, 24 de junio de 2013

De libros y otros Chuchos

Y yo rezo ¡Me Vale Madres!

Nancy Jácome

nancy.jacome@hotmail.com

Si leyeron bien ¡Me Vale Madres! No tiene nada que ver con el pasado diez de mayo y tampoco es un libro escrito por un mexicano, es más bien de un italiano llamado Prem Dayal que aplica las comunes frases ¡Me Vale Madres!, ¡a la Chingada! Y ¡no es mi pedo! Como mantras para liberarnos de todas las creencias que hasta ahora nuestros padres, las religiones, la política y la sociedad nos han enseñado y a quienes el autor denomina los alquimistas “Patas Pa’ Arriba”. 

Cuando lo vi en una prestigiada tienda departamental llamo de inmediato mi atención, aunque no entendía bien de que trataba; pero termine comprando el ejemplar en la feria del libro aquí en Tuxpan en una ganga que mi hermano no me dejo pasar, le dije, es que me gusta y dijo ¡pues cómpralo!, adiós zapatos bienvenido Prem Dayal. 

Desde que estaba en esa edad de los 14 años comencé a cuestionar las religiones y de ahí las preguntas no han acabado. Despertando mi curiosidad con la animación japonesa Neón Génesis Evangelio en la que la humanidad busca sobrevivir al apocalipsis y que me llevo a preguntarme ¿quién es Lilith? que resulta ser la primera esposa de Adán hecha de la tierra al igual que él, de acuerdo con el folclore judío quien fue expulsada del paraíso y que en la biblia no aparece. Hasta las ocho temporadas que ya lleva la serie estadounidense Supernatural he estado en la búsqueda de más respuestas, (son cosas que me hacen preguntarme ¿de qué va la vida?). 

Tal vez por eso me gusta mucho Prem Dayal y no me ofendo cuando expone en su libro que nacimos libres y después fuimos obligados por nuestros padres, las creencias, las religiones y la sociedad a dejar de ser lo que éramos para convertirnos en lo que creemos debemos ser, ya sea en un mexicano, en un italiano, en un católico o en un musulmán. 

Y aquí es donde les platicó una anécdota de familia, resulta que un día mi pequeña hermana andaba sin zapatos por la casa y mi padre de buena forma le dijo ¡ponte las chanclas! Y ella muy orgullosa le contestó ¡no quiero!, le volvieron a pedir que se pusiera las chanclas y ella contesto lo mismo y así sucesivamente hasta que las peticiones se volvieron gritos y el cinturón hizo presencia en la mano de mi papá y posteriormente en el trasero de mi hermana, quien siguió aferrándose a su ¡no quiero!, hasta que mi mamá llego e intervino para llevársela, pero la niña no se puso las chanclas. ¿Cuantos cinturonasos le dieron? no recuerdo, pero claramente vino a mi mente la pregunta “¿Por qué si le están pegando, no se pone las chanclas?”,¡ yo lo hubiera hecho en el momento en que mi papá comenzó a levantar la voz!. 

Con esto resuelvo que tal vez Prem Dayal no esté equivocado y ya cada quien viene con su paquete de virtudes desde que nace, pues yo contrario a ella siempre he sido mucho más obediente y mi kiki (como yo la llamo) no tenía más ejemplos que su hermana mayor. Dice mi hermana que cuando mi madre la regañaba siempre le decía: es que tú eres una ¡Vale Madrista!. En ese entonces mi mamá no sabía que estaba hablando de uno de los mantras de Prem Dayal. 

Este libro tarde mucho en leerlo, aunque es divertido en su narración, ágil en su lectura, ideático con sus ejemplos; es un libro que te invita a razonar a buscar de alguna forma reconectarte con tú verdadero ¡Yo!; no con la persona que la sociedad quiere que seas, ni ese ideal de hijo que quieren los padres que seamos, ¡No!, ni siquiera con la persona que piensas que debes ser, es encontrarse con quien realmente eres, sencillamente porque así te hizo Dios. 

Prem Dayal fundador de Osho Meditation Center en México mezcla sus conocimientos espirituales, con las frases mexicanas ¡Me Vale Madres!, ¡No es mi pedo! Y ¡A la chingada! Junto al personaje popular mexicano Pancho López para adentrarnos de forma chusca en la búsqueda de nuestro yo y de nuestra transformación. 

¡Me Vale Madres! Es el primer mantra de la liberación en el que Dayal nos invita a desapegarnos de todas las creencias y leyes de nuestra vida, así como de nuestra propia mente, ya que en palabras del autor “en lugar de vivir en función de lo que eres, empiezas a vivir en función a lo que sabes”. 

Creo que ningún libro puede ser tomado como panacea universal para resolver al caótico ser humano, pero sin duda Prem Dayal plantea varias cuestiones válidas y nos da algunas soluciones para transformarnos en lo que realmente somos. 

El autor manifiesta que es totalmente falso lo que nos dicen las religiones de alcanzar la vida eterna, pues en su filosofía asegura que ya la estamos viviendo, porque nosotros somos “eternos”. 

Es un libro que invita a quitarnos las etiquetas de nacionalidades, cultos, religiones, estudios, todas esas marcas que nos han puesto para decirnos quienes somos. Esto quiere decir que yo no soy Nancy Jácome nacida en Poza Rica, de nacionalidad mexicana, de religión católica, que estudió la Licenciatura de Ciencias de la Comunicación y que actualmente escribe Deportes y está columna en el Diario de Tuxpan…. ¡No!, según Prem Dayal eso es lo que la sociedad me ha dicho que soy y que incluso yo pienso que ¡soy! y decir que soy una de las ovejas perdidas de mi religión tampoco me quita una etiqueta, ¡solo cambio una por otra!. 

Entonces la pregunta ¿Quién soy yo? Se vuelve una búsqueda que en el libro Dayal trata de ayudar a resolver, y digo “trata” por que como he dicho no creo que sea una panacea, pero si te da mucho material para una búsqueda de ti mismo. 

Sin dudarlo Prem Dayal, asegura que las etiquetas que nos hemos puesto son las acusantes de los conflictos entre las naciones, de esta forma los mexicanos se pelean con los gringos por sucesos que acontecieron y que ya no son, que no los involucra en la era actual. 

Cito al autor con una frase que me impacto “permítele a tu vida convertirse en una atrevida poesía” con la cual nos exhorta a explorarnos a atrevernos a transformarnos en lo que realmente somos lejos de los apellidos, de nuestra historia familiar, escolar, política, religiosa y a rezar los mantras mexicanos para la liberación del espíritu ¡Me Vale Madres!, ¡No es mi pedo! Y ¡A la chingada!. 

Para cerrar esta columna les comparto un hecho en el que el teólogo brasileño Leonardo Boff le pregunto al Dalai Lama, ¿cuál es la mejor religión? El respondió con una sonrisa y una mirada directa a los ojos “La mejor religión es la que te aproxima más a Dios, al infinito. Es aquella que te hace mejor.” Busquemos entonces aquello que nos haga una mejor persona.

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