lunes, 11 de noviembre de 2013

MALECÓN DEL PASEO

•El fin de un idilio

•Alcaldesas modelos

•El albañil alucinante

Luis Velázquez

EMBARCADERO: en la farándula política y artística ha resultado una sorpresa que Tomás Ruiz, el primer secretario de Finanzas y Planeación del duartismo, el genio del S.A.T., y Ana de la Reguera, hayan terminado su romance… “Me fue infiel” declaró la jarocha quien ya tiene un nuevo amor… Y, bueno, entre los clubes de fans de uno y otro significa algo así como el fin del mundo, el apocalipsis, porque, incluso, muchos ya miraban a la artista como la futura presidenta del D.I.F. en el año 2016 cuando Ruiz González pudiera haberse lanzado como candidato priista a la gubernatura por tercera ocasión… El dolor por la ruptura se ha acentuado más en La Antigua, allí donde Hernán Cortés amarrara sus barcos por vez primera en México, pues la actriz se ha convertido en el ángel de la guarda del pueblo y nada fácil será que, incluso, hasta el P.R.I. la vea como candidata a la presidencia municipal “con el tiempo y un ganchito”… Pero ni hablar, Tomás Ruiz, ya se sabe, ha llevado una vida privada que ha deseado convertir en pública… En Xalapa, por ejemplo, la elite priista lo recuerda en las fiestas espectaculares acompañado de modelos soñadas y miradas solo en la televisión internacional… Además, un hombre con tanta inteligencia y talento solo alcanza la felicidad andando en la vida de brazos en brazos… La noticia fue confirmada por la actriz, pues cuando Ruiz González aún despachaba en SEFIPLAN, a cada rato la prensa cinematográfica del altiplano los terminaba, mientras ellos sonreían, pues estaban juntos…

MURO DE PESCADORES: desde luego, la vida privada es privada y por tanto inviolable… Pero con frecuencia, hay quienes dan un paso adelante y permiten que la vida privada, íntima, discreta, secreta y hasta clandestina aflore en la realidad, se conozca en el pueblo y sea la “comidilla”… Por ejemplo, es el caso de unas alcaldesas de norte a sur de Veracruz que en los últimos tres años caminaron al borde del reality show y el escándalo, mostrando su vida personal hasta en la pasarela mediática… Y, bueno, cada quien puede hacer de su vida lo que le plazca, pero al mismo tiempo, cuando la línea divisoria entre lo privado y lo público trasciende, entonces, lo privado se vuelve más público que nunca… Y es que en los Llanos de Sotavento y en la Cuenca del Papaloapan están admirados por lo siguiente: mientras y por lo general un hombre tiene dos y tres y cuatro, etcétera, mujeres, hasta con hijos, y todo mundo se les va encima, en el caso de las presidentas municipales han ejercido “la plenitud del pinche poder”, paseando en los ayuntamientos y en cargos públicos a un montón de novias, todas barbies, con una pasmosa habilidad que ningún hombre las ha podido superar, pues con todo y habladurías ellas siguen disfrutando el romance a cien por hora… Pero además, oh sorpresa, y como si se tratara de una comuna socialista, utópica, cada una sabe de la otra y todas están contentas viviendo bajo el mismo palacio y el mismo techo, como hermanitas queridas… Se trata, pues, de un gran regreso a los orígenes de la humanidad, cuya estrategia debiera estudiarse como modelo civilizador… Claro, alguien dirá que el dinero fácil constituye un aliciente excepcional para aceptar tal realidad, además de cargos públicos… Claro, que una ley universal entre ellas pudiera ser que nadie se enamore de nadie y solo se viva, como afirman los hedonistas, el momento, el día, la noche, el fin de semana… Con todo, ni siquiera Silvio Berlusconi pudo alcanzar tales niveles de perfección humana…

ESCALERAS: en el pueblo fue famosa la historia de un albañil de baja estatura, flaquito, morenito, con tres dientes picados, pobre, fumador empedernido, a quien apodaban “El medio metro”, y quien siempre tenía en casa a un trío de mujeres viviendo a su lado, las tres sus parejas… La felicidad de aquella comuna utópica estaba fuera de duda, pues las mujeres estaban alucinadas con el albañil… El mismo albañil, por ejemplo, repartía la tarea semanal… Una mujer se encargada de guisar… Otra, de lavar y planchar… Y la otra de cuidar a los niños, pues cada una tenía un hijo con “El medio metro”… Es más, cuando con los años alguna mujer decidía separarse de la comuna para buscar otros derroteros, entonces, el albañil buscaba una sustituta en el pueblo y siempre, de manera invariable, la encontraba… Un día, una vecina preguntó a una de las tres señoras el gran secreto de las noches para dormir con el galán… Y la señora dijo que era sencillo, pues cada noche “El medio metro” escogía a la señora que dormía en su cama y las otras dos quedaban contentas, pues eso sí, nunca, jamás, participaron en una orgía… A cada una, pues, el albañil le daba su lugar… Así vivió el albañil hasta el último día de su vida, y por desgracia, nunca a la autoridad municipal se le ocurrió el récord Guiness para el paisano…
Fuente: blog.expediente.com

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