VAXTUXPAN...
Una pregunta surge entre los analistas, fundamentalmente al observar el escenario y panorama político del 2015 y posteriormente del 2016. La elección intermedia para renovar la Cámara de Diputados y más tarde la de gobernador en el estado de Veracruz, fundamentalmente porque son dos eventos, dos ejercicios que pondrán a prueba el poder y fuerza de la maquinaria priista, el impacto de las reformas energética, educativa, hacendaria y laboral; se comprobará si los electores identifican a quien presuntamente los benefició o perjudico.
¿Álamo seguirá con la misma tonalidad o se pintará de rojo?. Esa es la interrogante.
Ahí se verá si el ciudadano acude a las urnas, o se muestra apático, desconfiado de los partidos políticos, inconforme con las resoluciones que se tomaron en materia legislativa. Entenderemos a quien avala o daña las series de modificaciones emprendidas en el ámbito constitucional.
Concentremos en el lado azul, en el Distrito III, Álamo es territorio celeste, lo ha demostrado en los procesos electorales pasados, pero cada vez la fuerza del PAN va menguando, se debilita. Por una simple y sencilla razón, EL PODER DESGASTA.
Y eso los priistas lo saben, reconocen que es indispensable la unidad del tricolor, y la división de los adversarios; por lo tanto trabajarán para quitarles el control de los programas sociales, emprenderán una reestructuración, vigilarán muy de cerca al hombre más importante del panismo, Jorge Vera Hernández, el marcaje implica revisar exhaustivamente los actos de gobierno en Álamo Temapache, las finanzas públicas manejadas en el período en el que estuvo al frente del municipio, por si tiene algún sueño guajiro de participar en el siguiente año.
Los propios panistas, expresan que aquí en Tuxpan no hay ningún gallo del PAN que tenga la suficiente sagacidad para meterse en la competencia interna y el que lo haga, solo dará ese paso para observar que saca, no con la intención de ganar. Así es que el balón está del lado del ingeniero, ex alcalde, diputado local y citricultor. Solo él sabe si se meterá en “camisa de once varas”.
Ahora bien, afirman los miembros del Revolucionario Institucional, desde el sector salud se le puede hacer mucho daño al clientelismo ejercido desde diversos programas que tenían y aprovechaban por la cercanía con el gobierno federal, pero ahora las cosas cambian porque ya no está Vicente Fox ni Felipe Calderón en la presidencia de la República Mexicana; el PRI regresó a los PINOS con la intención de quedarse varios sexenios.
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