martes, 21 de enero de 2014

POR LA VERDAD Y LA CONFIANZA

LA LLEGADA DE ELIZABETH MORALES GARCIA, AL PRI ESTATAL

Dra. Zaida Alicia Lladó Castillo 

Elizabeth Morales García, será ungida como Presidenta del Comité Directivo Estatal del PRI en nuestro estado en la próxima sesión del Consejo Político Estatal y la convertirá, en la primera mujer que en el PRI lo logre, después de un proceso interno de selección para ubicarse como titular. 

Y no es la primera ocasión que le toca ser primera en algo. Ya lo fue como Presidenta Municipal de Xalapa por elección y…espero no equivocarme, lo fue también como diputada federal de la capital. Por lo tanto, le obliga nuevamente a dar lo mejor, para hacer historia y… de la buena, de la presencia femenina eficiente, en los espacios donde se toman decisiones de primer nivel. 

Pero como en un artículo anterior que escribiera a fines del año próximo pasado, al que denominé: “La verdadera Elizabeth, en el que describía su trabajo ( con sus errores y aciertos) en la administración pública municipal, señalaba igualmente los resultados finales de su labor al dejar obras valiosas e importantes para la capital , aclarando que supo corregir el paso y ubicarse a tiempo con inteligencia para obtener resultados eficientes a favor de la ciudad de Xalapa, lo que confirma que en política los resultados son los que cuentan, además de la opinión de la ciudadanía que es la que vale; y ello será, es y seguirá siendo, la mejor carta de presentación para ganarse siempre un buen lugar en su vida profesional y política. 

Y bueno, hoy tendrá un gran reto frente a sí en donde no sólo le tiene que cumplir a las mujeres sino a los hombres del partido, en suma a toda la militancia que no es poca en Veracruz y habrá de ganarse su confianza, porque también le reclamarán ser valorados en su justa dimensión. Y se vale, porque así es la política dentro de las organizaciones: el arte de saber negociar y consensar los intereses de los integrantes de un partido, anteponiendo el interés general e institucional por sobre cualquier grupo, género o gremio. 

Pero para que ello se logre, tendrá que ser muy cuidadosa y considerar que sus decisiones no son autónomas y que deben armonizar con la instrucción mayor: la del Gobernador de Veracruz, porque en esa delicada misión no se admite: arrogancia, soberbia, ineficiencia, simulación, conveniencias personales y menos, deslealtad hacia quien da la oportunidad de serlo: el primer priista del Estado Javier Duarte de Ochoa, que será al único a quien le tendrá que dar cuenta, porque es él , además de la militancia, quien aprueba …y reprueba, si le fallan. 

Y ello les debe quedar claro a las mujeres, que un comité estatal o nacional llega para servir a todos por igual y no sólo a algunas, que ya sienten que la tienen segura sólo porque Elizabeth llega. Las normas, estatutos, código y principios son los que hay que hacer cumplir, para eso se protesta y se alcanza el liderazgo y, desde luego lograr la cooperación de todos los integrantes de un partido político: sectores, organizaciones, aliados, militantes en lo individual, etc., garantizando estructuras reales y leales, cuadros de primer nivel y triunfos, porque en eso estriba la fuerza de un partido definitivamente. 

Desde luego las priistas tendrán derecho a reclamar lo que en la norma ahora está estipulado: 50 % en las oportunidades para las candidaturas a los cargos de elección popular, pero tendrán que ser honestas, autoanalizándose y seleccionando los mejores perfiles—las de ganadoras--, para no fallarle al priismo veracruzano y menos al gobernador Duarte y al Presidente Peña. Luego entonces, el que lleguen las mujeres a los cargos de dirigencia del PRI, no necesariamente se habrá de reflejar dejando contentas a todas, pero sí se tendrá que garantizar que la norma se cumpla y que las mujeres avancen en el respeto, como políticas y, desde ahora la próxima Presidenta del CDE del PRI, tendrá que fungir como su mejor aliada. 

Porque han existido casos en la historia del PRI, donde la llegada de mujeres a la Presidencia del comité –en el caso del nacional--, no ha sido precisamente la mejor oportunidad para el avance de las mujeres. Y expongo dos ejemplos: 

1.-Cuando Ma. De los Ángeles Moreno (política a quien no le restaría jamás valor) dirigió el CEN del PRI (diciembre de 1994 a agosto de 1995), venía de ser Secretaria General del PRI, cargo que asumió--a la muerte de José Francisco Ruiz Massieu, padre de la actual Secretaria de Turismo federal--, por sólo tres meses (agosto a diciembre de 1994); pero un año y medio antes de ser Secretaria General, para ser exactos febrero de 1993, preparó el terreno ocupando la dirigencia de una organización nacional femenil que le sirvió de plataforma: el Congreso de Mujeres por el cambio (CMC) , proyecto que fue creado expresamente para sustituir la organización histórica : el Consejo para la integración de la Mujer (CIM), siendo la etapa donde más divisiones y rupturas se provocaron entre las mujeres, pues su llegada fue premeditada por los hombres en el poder---entiéndase desde la Presidencia de la República--, para dividirlas y, al no fraguar su proyecto frente a la resistencia del CIM provocó una ruptura que duró 9 años, en donde en lo general, se detuvo el avance de las mujeres en muchos aspectos. Y eso me consta y lo fundamenté en mi segundo libro. 

2.-Y lo mismo sucedió con Beatriz Paredes en su gestión en la Presidencia del CEN del PRI (2007-2011). Con ella las cosas no mejoraron, porque fue solidaria sólo con su grupo y con su gremio el agrario y, aunque los resultados generales fueron muy buenos en su gestión, fue el tiempo en que la organización de mujeres se estancó y entró en el “ostrasismo”. Cosa diferente, cuando fue Presidenta del CEN del PRI una mujer valiosísima Dulce Ma. Sauri Riancho, que por su sensibilidad y solidaridad excepcional, tuvo los “tamaños” en 2001 para apoyar a las mujeres del partido pues unificó la organización e hizo por ésta, lo que no habían ofrecido sus antecesoras. 

Y esto lo comento para que la historia no se repita…y menos en nuestro estado. Y es lo que hoy le demandarán a Elizabeth las mujeres priistas veracruzanas: que les den el lugar y el respeto que merecen por parte de las dirigencias, sean estatales o nacionales, en correspondencia a su aportación y con ello, estoy segura, que siempre se contará con el trabajo, lealtad y entrega del sector femenil del Partido Revolucionario Institucional, que no será jamás cosa menor. 

Suerte y éxito en el próximo Consejo Político, para Elizabeth –y para el priismo--, en esta nueva etapa que se escribe en el CDE del PRI-Veracruz. Gracias y hasta la próxima.

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