Por La Verdad y La Justicia
Las notas policíacas en la prensa local de este miércoles son contundentes. Ivonne Poisot Bermejo, ex empleada del pasado gobierno municipal y de nuevo trabajadora en esta administración, maltrata verbalmente a reporteros de la fuente que realizaban su labor tomando gráficas de un accidente automovilístico en el que la unidad de la burócrata resulto afectada.
El hecho podría pasar como “otra más” de empleadillos municipales mareados por el poder de un trozo de chamba que en su vida tuvieron y que no volverán a tener; de no ser porque la susodicha en cuestión, es nada más y nada menos que la Coordinadora de Relaciones Públicas del Ayuntamiento de Tuxpan. ¡Relaciones Públicas!
En cuestión de funciones, Poisot Bermejo, está devengando un sueldo categoría coordinador por mantener y estrechar lazos entre diversos sectores de la sociedad y el gobierno local, sin embargo en cuestiones prácticas, hace lo que siempre ha hecho: Nada que le beneficie a la población tuxpeña, actuar con altanería y cobrar por ello.
Flaco muy flaco es el favor que le están haciendo a la primera autoridad del municipio empleados como estos. Es ya del dominio público, la frágil relación con los reporteros tuxpeños, fracturada por la falta de tacto de Adriana Reyes Calao, Coordinadora de Comunicación Social del municipio, para que a éste lamentable hecho, se agregue la insolencia con que “la Poisot” trató a los trabajadores de la comunicación.
Y Relaciones Públicas en el Ayuntamiento ¿Para qué? Como pasa en el umbral de cada gobierno, en el último año, el de Hildago, son comunes, hasta naturales (que no deberían) los recortes de personal; y el pasado trienio no fue la excepción, casi la mitad de trabajadores del Ayuntamiento veía como en cada quincena después del segundo semestre eran despedidos, sin la oportunidad de llegar a diciembre y al aguinaldo. Áreas enteras se quedaban vacías de personal, un personal que tenía que sostener a su familia y ¿Relaciones Públicas?, bien gracias, la Poisot inmóvil, necesaria muy necesaria para “etiquetar” con colores y categorías a invitados a eventos del Ayuntamiento.
Inmersa en la filosofía: “Soy totalmente Palacio”, Relaciones Públicas está convertida en el álter ego del Gobierno de Tuxpan, en el que hay que catalogar desde categoría “Diamante” hasta “cobre” a los presentes en los actos públicos de las autoridades municipales. Amén de la doctrina de “fuchi” a reporteros, porque ellos no son los dueños de los medios de comunicación, no son los de la lana pues.
Pero en este gobierno municipal, la carga de trabajo para “la Poisot” se incrementó. Además de la titánica labor de mandar hacer invitaciones, seleccionar invitados nice, cuidar que ni empleados, ni la prensa se coman los bocadillos de los eventos vip del Ayuntamiento, ahora tiene que encargarse de los personificadores y algunos programas para actos oficiales. ¡Inhumanos!, solo porque la Coordinadora de Logística y Eventos, Clarisa Escobedo Gómez (*) no da una, le cargan la mano.
Y mientras empleados de limpia pública, policía, tránsito entre otros que a diario se ganan a brazo partido un sueldo para medio vivir con jornadas laborales extenuantes, la Poisot desde su oficina climatizada con empleados bajo su cargo ( a los que también trata con la punta del pie) realiza una labor que si desempeñara con eficiencia la Secretaria Técnica –sombra de lo que alguna vez fue Oficialía Mayor- bien podría realizar y ahorrar al erario público, el pago de un departamento donde las “relaciones” se respaldan en la prepotencia y la frivolidad.
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