miércoles, 14 de mayo de 2014

• LA REFORMA DEL CAMPO SOLO SERÁ POSIBLE CON LA MOVILIZACION DE LOS AGRICULTORES

· DEMANDAMOS EMPRENDER LA LUCHA CONTRA LAS EMPRESAS QUE TIENEN EL CONTROL DEL MERCADO AGROALIMENTARIO

· Alfonso Ramírez Cuéllar

Los barzonistas de Chihuahua y de Coahuila tomamos varios tramos de las vías e impedimos el tránsito de los ferrocarriles de carca y de pasajeros. A partir de dichas acciones, este miércoles a las 12 hrs se realizará la reunión con el subsecretario de Gobernación y los funcionarios de Agricultura, de la Comisión Nacional del Agua y de la CFE. El gobierno no puede contestarnos con la represión y las detenciones de nuestros dirigentes.

La situación es de desesperación por los altos costos de los combustibles y las tarifas de energía eléctrica, además de que demandamos el pago inmediato de las cosechas de frijol de zacatecas y Sinaloa que están en poder de los comercializadores y desde hace cuatro meses no se cubren los pagos a los productores.

El bloqueo a los trenes de ferrocarril es para demandar un nuevo esquema de comercialización de las cosechas. Demandamos la constitución de una nueva empresa pública a partir de la fusión de Diconsa-Liconsa para que participe con el 30% del acopio y la comercialización de la producción de maíz, frijol, arroz, trigo, café y leche con el propósito de garantizar los precios justos al productor y al consumidor y suprimir el abuso que hoy se desata con las conductas de un oligopolio que tiene el control del mercado.

Con estas primeras acciones de resistencia estamos exigiendo el congelamiento de los precios del diesel y la reducción de las tarifas de energía eléctrica para las actividades agrícolas, además de que el gobierno ponga en marcha un programa de compras consolidadas de semillas y fertilizantes para reducir los costos de producción en cada ciclo agrícola.

Las jornadas de protesta tienen como objetivo la apertura de una verdadera negociación nacional entre el gobierno y las organizaciones de productores para garantizar que se pueda lograr un cambio verdadero de la política agrícola en el país. Hasta ahora el gobierno no ha dado muestras de voluntad para realizar una transformación de fondo. No sólo hay que cambiar las reglas de operación, también se requiere desmontar los altos niveles de abuso contra los consumidores y superar la ruina económica de los productores.

Nos preocupa que el gobierno no quiera tocar el enorme poder de las empresas que tienen el control absoluto en las semillas y en la distribución de fertilizantes. A pesar del fracaso reiterado en las cosechas de frijol y maíz o de sorgo y de trigo, el gobierno sigue protegiendo a las principales empresas como Maseca, Valle Verde, la Costeña, el Alazán, Cargill, Bimbo o las que tienen el poder en los alimentos para aves y ganado. Ellos no pueden seguir siendo intocables pues están generan la ruina del campo mexicano. Son empresas que tienen que ser sometidas a nuevas regulaciones para permitir la competencia.

El fracaso y el abuso no pueden volver a repetirse. La próxima cosecha de las 3 millones 700 mil toneladas que se obtendrán en Sinaloa no debe de dejarse en manos de los acopiadores para pagar cuando quieran y lo que quieran. La exigencia de los productores es el pago de 3800 pesos por tonelada. Maseca y Cargill no pueden volver a realizar el gran negocio sin importar la prosperidad en el ingreso de los productores.

La forma como se enfrente la cosecha de Sinaloa será la muestra más evidente de la voluntad del gobierno para enfrentar a los poderes de las empresas agrícolas. Los grandes acopiadores y comercializadores tienen capturados a los funcionarios públicos y a los titulares de ASERCA y de la Secretaría de Agricultura y Economía. En la comercialización de dicha cosecha se dejará ver si el gobierno quiere realmente cambiar.

La verdadera reforma del campo podrá concretarse al momento de entrar un nuevo competidor en el acopio y comercialización dado que en esta fase de la cadena es donde se está generando una colusión permanente para fijar precios al productor y al consumidor, obtener márgenes de intermediación verdaderamente desproporcionados, esconder y acaparar productos, y aprovechas las ventas de desesperación de los productores. El nuevo competidor es una empresa pública por las grandes barreras a la entrada que están imponiendo el oligopolio.

Este será el primer paso para la reordenación del mercado alimentario. Y junto a ello tendrá que aprobarse un programa de abaratamiento de los costos de producción. El punto central es el congelamiento del precio del diesel.

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