Por Valentina Trejo
Tuxpan, Ver.- Allá donde yacen personas de distintos estractos sociales, donde también descansan los restos de personajes emblemáticos de esta ciudad y puerto de Tuxpan, ese lugar donde entre sus moradores son recordados con ostentosos mausoleos y capillas fúnebres, así como otras más que contrastan con las humildes tumbas sin lápidas y abandonadas.
Es el legendario Panteón Galeana, ese lugar que fue el primer camposanto de la ciudad y en el que datan lapidas desde el año de 1817 incluso, algunos que más antiguos.
Es el viejo cementerio, en el que a pesar de que se dice que está saturado, cada vez más se llena de tumbas con una superficie de 6 hectáreas en la calle que lleva el mismo nombre, y en el que ya reposan los restos de aproximadamente 8 mil personas.
Políticos, ilustres pedagogos, dirigentes sindicales, hacendados, y hasta la pareja que inspiro a la Williams Shakespeare para que relatara la historia de Romeo y Julieta, descansan en esta que es su última morada, que a decir de quienes llevan más de 30 años trabajando en este lugar-no se sabe a ciencia cierta desde cuando fue iniciado este sitio, pero se dice que ya tiene más de cien años- relata César Camacho, quien trabaja en este camposanto así como lo hizo su padre y su abuelo.
El osario de la calle Galeana, tiene como huéspedes, a quien fuera dos veces ex alcalde, ex diputado federal, procurados de Justicia y presidente del Tribunal Superior de Justicia así como al Dr. Emilio Alcázar Castellanos, oaxaqueño, comisionado por el General Porfirio Díaz como médico de la plaza y por quién ahora el hospital general de esta ciudad lleva su nombre.
Ahí también se puede encontrar una lápida que se ha ido enterrando con el tiempo, en el que se puede leer “Aquí yacen los restos mortales de Don Manuel Fernández y Corrales, Natural de Sariego Mayor de Asturias (España) Muerto a las 2 de la madrugada del día 12 de abril de 1863”.
-De esta no se tiene datos exactos, pero se cree que fue una persona muy importante o por lo menos con dinero, es una cripta de mármol que esta semienterrada de alguien que fuera un benefactor de Tuxpan-señaló sonriendo César durante el recorrido por el lugar.
Agregó que, originalmente era de cuatro hectáreas y a finales de los años setentas se ampliaron dos más, además de que ya se fueron habilitando otros lugares con el mismo fin.
Casi todo el año, nadie se acuerde de los restos mortuorios y refiere que se cuentan un sinfín de historias, tal vez sean verdad o quizás mentira, pero la realidad es que es uno de los más viejos de la ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario