ME LO CONTO UN SOPILOTE

Colaboración: Los mirones. 

Imagen: Fotorunart

Que estas fiestas navideñas van a estar famélicas de pavo, alcohol, piñatas en las casas de los tuxpeños, como casi en todo México, al grado de que los chiquillos tendrán que tomar como postrecito los mocos de sus narices. La economía doméstica está como una caguama en congeladora: bien fría; así que apretarse tripas y corazón. Aunque me dice el chismoso SOPILOTE que quien sí disfrutará a lo grande, y ya lo está gozando es Genaro Ruíz, nuestro flamante diputado federal, quien tirará la hueva de aquí hasta el 1 de febrero que es cuando regresa a la chamba suave en la cámara, el legislador estará en la hamaca maravillosas seis semanas sin dar golpe. Ah!, eso sí con los bolsillos bien soplados pues de dietas, aguinaldo y bonos extras Santa Clós le ha dado de regalo más de 420 mil pesos. “En hora buena diputado!”, se alegra el SOPILOTE, sabedor de que por lo menos un Tuxpeño tendrá bien segura la papa este fin del 2014

Me dice el SOPILOTE insidioso que en su apertura el café de LA PARROQUIA, aquí en Tuxpan, ha dado mucho que chismear: que si el servicio es de cuarta, que si los precios son una ofensa, que si el sazón no pela, que si la terraza es un desperdicio, que si las largas filas semejan pagos de 70 y más, que si se chingan la luz, que si patatín y que si patatán. Tendrá, aconseja el SOPILOTE disfrazado de yerbero acopiando grueso ramillete de mogüite y hierba del negro, chacloco y albahaca, ruda y chuchuyate, que darse el café LA PARROQUIA una buena rameada, a ver si no la sigue zurrando. Con eso que los tuxpeños son rete exigentes con los fuereños, pues con los de casa ni el hocico abren: vean como están la torterías al aire libre. 

Llora la desventura el SOPILOTE y los gimoteos que emite tienen su amargo motivo: los maestros jubilados de la tercera edad no han cobrado. El dinero de sus pensiones viene en bordón, en andadera, es decir lento, lento, tan lento que a los maestros les parece que también deber ser dinero de la tercera edad, viejito. El SOPILOTE al vuelo les divisa cerrando Juárez y Morelos, para presionar al Instituto de Pensiones del Estado (IPE) que ni les ve ni les oye, pues está en quiebra, tan amolado como las decenas de maestros jubilados que al poco de hacer una senil bulla se marchan, lentos y cansados como vinieron, con las manos vacías, sin el cheque de la pensión que como en la novela de García Márquez “El Coronel no tiene quien le escriba” quien sabe cuándo putas les llegará.

P. D.- Zopilote generalmente y ortográficamente se escribe con z, pero en esta ocasión los autores quisieron  llamar su atención.-