viernes, 23 de enero de 2015

SAPOS Y ALACRANES. ADIÓS A LE PONZOÑE


Por Orlando Segura Hervert. 
El personaje al que le voy a dedicar algunas líneas, era pícaro, ácido, punzante, sarcástico, siempre esbozaba buena cara ante las circunstancias y los problemas de la vida. Un día, lo habían nombrado director de Participación Ciudadana, El Preciso mediante oficio dirigido a los responsables de área, los convocó a una reunión en cabildo, les exigía que por favor elaboraran el resumen realizado durante un largo año de actividades, dijo que posteriormente trabajaría en su Informe de gobierno.

Llego la fecha y fue llamando a cada uno de los titulares, en eso mencionó al de Participación Ciudadana, éste le entregó un legajo grueso de aproximadamente 150 hojas, perfectamente empastado. El primer edil abrió el encuadernado, lo revisó al principio, en medio, al final, levemente molesto soltó un comentario ante la concurrencia: “Esto está en blanco, esto son jaladas, esto son pendejadas, porque me entregas esto”; el servidor, le reiteró que desde un principio, el Presidente Municipal le había dado todo el poder y respaldo al regidor Chucho Carballo Serrano, luego entonces, el es el responsable, es él el que te tiene que brindar el informe y no yo, porque me pides imposibles afirmó muy categórico. 

Algunos de los presentes se quedaron asombrados, otros querían sonreír, el diálogo lo escenificó el Sr. De las Redes Atuneras Juan Ramón Ganem Vargas y el entonces funcionario municipal David Vargas Camargo. 

Hoy el amigo mejor conocido como “La Ponzoña”, ya no está, se adelantó en ese viaje sin retorno. Le gustaba que lo llamaran así, ese apelativo se lo puso en algún momento el finado Memo Pancardo Azuara. 

De plática amena, reiteraba ser subdirector de Notitux, reportero de Vaxtuxpan, director de Radio Bemba, le agradaba caminar por la Juárez, Morelos, el Boulevard, el mercado municipal “Enrique Rodríguez Cano”. Presumía contar con una red extraordinaria de comunicación. 

En cierta ocasión, ingresó al restaurante “Antonio”, avanzó y con su sonrisa llena de picardía me apuntó con el dedo, luego expresó: ¡El único que le puede ganar al Cisne Beto Silva, eres tu Orlando, Orly You!, pero para ello te tiene que lanzar por el PT. Otro reportero lo secundó y afirmó… por el Partido del Trabajo; ¡No!, enfatizó el David, solo le ganará si se lanza por el Puente Tuxpan, todos al unísono, soltaron la carcajada. 

De esa forma se mofaba de las vicisitudes del proceso electoral y de quien se le pusiera enfrente. 

Instantes finos como ese nos unían con “Le Ponzoñe”, con quien se sentía orgulloso de ser priista, rojo por fuera, blanco por dentro como el rabanito, con algunas superficies y espacios verdes, por aquello de su militancia temporal en el Partido Verde.

Así cotorreaba en sus ratos de ocio que al parecer eran muchos. 

El pasado lunes necesitaba un dato, a las 11:01 le hablé, me contestó y me dijo; traigo un poco de gripa, colitis, pero afortunadamente ya voy saliendo, mañana nos vemos en el café. Sin embargo, el destino horas después se lo llevó al más allá. 

Sus compañeros de la mesa de la pluralidad, la sinceridad, el bole, los expulsados, aseguran que ya anda por aquellos rumbos de las alturas, discutiendo irreverencias. Extrañan al Rey de la Horchata y al Magnate del Choco Milk. 

¡Descanse en Paz!
Hasta pronto. Hasta siempre. Que tengan un feliz día.

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