Por Valentina Trejo.
Solo el 20 por ciento de las tumbas de los panteones de esta ciudad, están en el abandono por lo que es fundamental que las familias realicen visitas esporádicas a fin de conservarlas y mantenerlas en condiciones favorables.
Lo anterior propicia el saqueo de las puertas, floreros, ventanas, entre otros artículos, situación que genera quejas de la población que se ve afectada y que en la mayoría de los casos tienen que reponerlas.
El reglamento municipal establece que los espacios pueden ser reutilizados, mientras las que no regularicen su situación en siete años también pueden ser recuperados por parte del municipio.
Los ciudadanos señalan que la autoridad debe poner orden en ese rubro para el embellecimiento de ese sitio, dado que se ve sucio, deteriorado y en muchas de las ocasiones, los familiares no vuelven a pararse por esos lugares.
El mantenimiento tiene que ser por ambas partes, por el gobierno municipal y por los hijos, hermanos, padres y seres queridos de quienes se adelantaron en el viaje al más allá.
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