Por Orlando Segura Hervert.
En 2009 Petróleos Mexicanos tomó la decisión de tapar varios pozos que se encuentran en esa demarcación de Isla de Lobos, considerada como área natural protegida, la idea era que no hubiera ningún derrame ni contaminación que afectase la biodiversidad y ecosistemas. El propósito era correcto conforme a los nuevos lineamientos legislativos y decretos emitidos por el poder ejecutivo.
Para llevar a cabo dicha tarea, la empresa decidió construir una estructura o terraplén y así iniciar las actividades técnicas operativas. Sin embargo, sucedió lo del pintor que arregla la casa y las paredes, dejaron las latas y botes tirados, toda la suciedad. PEMEX, terminó de tapar los pozos petroleros pero no quitó la estructura, el muro ahí lo dejó y esto impidió la libre circulación de las corrientes de agua, modificando las mismas, arrastrando enormes toneladas de arena que se han quedado anegadas en el arrecife, afectándolo terriblemente, destruyendo aproximadamente 100 mil metros cuadrados de lo que alguna vez fue ese hermoso espacio acuático multicolor.
Francisco Javier Martos Fernández, catedrático e investigador de la Universidad Veracruzana confirmó dicho desastre ecológico, mismo que continuará si no se toman las medidas necesarias e indispensables para repoblar el arrecife de Isla de Lobos, además de que alguna instancia le ordene y obligue a PEMEX quitar esa estructura que está bloqueando el paso natural de las corrientes.
Diversos funcionarios en reuniones interinstitucionales ya dialogaron con Petróleos Mexicanos, pero esta mantiene oídos sordos a las peticiones, en forma verbal admite su error y negligencia, solo que en los hechos, no actúa.
El tiempo transcurre y no hay autoridad que ponga un hasta aquí a quien irresponsablemente atentó contra la naturaleza y vida acuática, la existencia y equilibrio de las especies.
No hay que olvidar que estamos en México, en donde las leyes se aplican a conveniencia y conforme a intereses mezquinos.
El encallamiento del buque Mu Du Bong, el pasado 14 de julio de 2014, y la destrucción de 3 mil metros cuadrados al arrecife de Tuxpan, es una nimiedad comparada con lo que está causando PEMEX en Isla de Lobos. En este asunto, PROFEPA aplicó una sanción de más de 10 millones de pesos a la compañía de la nación asiática.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente ¿con que vara monetaria medirá a Petróleos Mexicanos?.
Que poca!!
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