viernes, 17 de abril de 2015

Viento en popa… navegando hacia la tempestad


Imágenes; Arcchivo Vaxtuxpan. 
El origen del movimiento que hoy se llama Regeneración Nacional puede situarse en el 2006, tras el fraudulento proceso electoral; quizá en la época del desafuero, cuando Fox intentó evitar que López Obrador participara en las elecciones presidenciales; o antes, en 2000, cuando mayoritariamente el electorado de la Ciudad de México votó para que AMLO se convirtiera en jefe de gobierno y así desplazara a Cuauhtémoc Cárdenas del liderazgo de la izquierda que apuesta por tomar el poder a través de las urnas.

Sin duda, el movimiento se presentó como tal a México, y a sí mismo, en el plantón en el que, del 30 de julio al 15 de septiembre de 2006, hizo sentir su presencia del Zócalo al Periférico, manteniendo tomadas la calle de Madero, avenida Juárez y un largo e histórico tramo de Paseo de la Reforma.

De entonces a la fecha, el movimiento ha permanecido fiel a su lucha por rescatar a la nación, transformándose de acuerdo a las circunstancias que plantea la realidad y las decisiones que su líder ha propuesto, y en ocasiones impuesto, a sus militantes. Ahora, sin renunciar a ser movimiento social, Morena es también partido político y se prepara para el primer proceso electoral que afrontará sin el apoyo real o supuesto, auténtico o fingido del PT, el Movimiento Ciudadano y el PRD.

El momento histórico es crucial para el Movimiento Regeneración Nacional, quien tiene en juego su registro como partido. También para el país, que atraviesa una profunda crisis, cuya gravedad queda de manifiesto con las alteraciones antipatrióticas que ha sufrido su Constitución Política y en la terrible descomposición social, en la que los gobernantes se confunden con los peores delincuentes, como lo muestra la corrupción evidente y la violencia represiva ejercida contra luchadores sociales, como ocurrió el 26 de septiembre, en la brutal agresión contra los estudiantes de Ayotzinapa.

En ese contexto, Morena va hacia el inequitativo e impugnado proceso electoral del próximo siete de junio. La decisión ha sido tomada y es irrevocable. Como un navío, el Movimiento Regeneración Nacional ha levado anclas y desplegado sus velas, se deja llevar por el viento y se dispone a afrontar la tormenta que se aproxima. Un naufragio podría ser fatal para el movimiento. Pero si campea el temporal, habrá logrado un valioso triunfo, no sólo para el movimiento, sino para todo México.

@Vegdelanoche 

Nota editorial de #LosAtractivosDeLaNoche, programa de radioamlo.org 
Fuente: Radio AMLO

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