Sapos y Alacranes.
Por Orlando Segura Hervert.
Tuxpan, Ver.- De acuerdo a los organizadores del evento que se hace cada año para recordar a los Mártires de Chicago, Cananea y Río Blanco, aproximadamente 3 mil 500 trabajadores participaron en el magno desfile.
Hubo en su gran mayoría aquellas voces oficialistas que solo marcharon, pero también y aún dentro de ese contingente, las manifestaciones de desacuerdo con las reformas, principalmente la laboral, la energética y la educativa.
En ese contexto, mostraron el descontento mediante las clásicas bambalinas, y las consignas airadas en contra del sistema y del gobierno.
La incertidumbre por las violaciones al contrato colectivo y las conquistas sociales fue la queja más recurrente por ejemplo del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana, sección 55.
Hubo otras fuerzas sindicales que prefirieron no marchar para no exponerse a la inconformidad existente en sus bases como los petroleros.
Los bien portados de la sección 32 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, dirigidos por Javier Benítez Ponce y Alfonso Sánchez Hernández, arengaban a sus compañeros profesores, repetían la consigna clásica que avala al cuestionado líder magisterial Juan Nicolás Callejas, desde la posición edilicia levantaban el puño derecho acompañado de su grito de batalla: ¡equipo! ¡equipo! ¡equipo!.
Finalmente, hicieron acto de presencia los integrantes del Movimiento Magisterial Popular Veracruzano, eran poquitos pero combativos, portaban pancartas y a todo pulmón levantaron la voz en contra de una dirigencia que se ha eternizado en el SNTE, pero que ha sufrido un desgaste por su complacencia con el poder político y sindical.
El condimento ya estaba, lo prepararon desde el ámbito legislativo de San Lázaro, pero hoy, los maestros congregados en el movimiento democrático, le pusieron el aderezo a las protestas del primero de mayo.
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