ALMA GRANDE
Ruiz Esparza a la reja
Ángel Álvaro Peña
Hemos
hablado en este espacio en repetidas ocasiones acerca de la impunidad que
protege a Gerardo Ruiz Esparza, amigo del presidente, desde hace muchos años.
Uno de los funcionarios públicos que ha hecho lo que le viene en gana, y a
pesar de que sus corruptelas arrojan daños que han matado personas, sigue tan
campante disfrutando de los beneficios de su cargo, y sin que la mano de la
justicia lo alcance.
Cuando
Gerardo Ruiz Esparza creyó que la suerte le seguía acompañando en su camino
hacia la impunidad, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos encontró 15
evidencias “que revelan grandes deficiencias de planeación y construcción” y
que provocaron el socavón del libramiento de la autopista México- Cuernavaca,
donde perdieron la vida cuatro personas.
“El
socavón no es un mero accidente, sino la consecuencia de una obra pública muy
mal diseñada, construida, coordinada y supervisada por la SCT, Banobras, y las
cuatro empresas involucradas”, señaló Enrique Guadarrama, segundo visitador de
la CNDH.
A
pesar de que todas las acusaciones señalaban como responsable de esa tragedia
al Secretario de Comunicaciones y Transportes, se castigó a funcionarios
menores del caso. Cuando en realidad este caso no es el único en el que se le
responsabiliza de mal manejo al frente de la dependencia.
Los
allegados de Ruiz Esparza son los mismos priistas que se han adueñado del
poder, primero fue Secretario General de Gobierno en los ochentas con el
entonces gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo González, padre del
actual gobernador Alfredo del Mazo Maza, después durante el sexenio de Carlos
Salinas de Gortari se desempeñó como Coordinador de giras de presidencia de la
República, así como Director Jurídico del IMSS. Siguió en el IMSS como Director
de Administración, y luego Director Jurídico del Aeropuerto y Servicios
Auxiliares en el gobierno de Ernesto Zedillo. Laboró unos años en la CFE en el
mandato de Vicente Fox, para regresar con los priistas como Secretario de
Comunicaciones del gobierno del Estado de México durante la administración de
Enrique Peña Nieto, quien lo tomó como su secretario favorito.
Las
responsabilidades del socavón ocurrido el 13 de julio del año pasado, obra
inaugurada el 5 de abril del mismo año por Peña Nieto, se atribuyeron a la
Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Banobras y cuatro empresas
involucradas.
La
CNDH emitió recomendaciones al propio titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza;
a los directores generales de Banobras y de la
Comisión Nacional del Agua, Alfredo Vara Alonso y Roberto Ramírez de la
Parra, respectivamente.
Derechos
Humanos señala que las autoridades deben reparar el daño a las víctimas
directas e indirectas de las cuatro personas que perdieron la vida, incluida
una compensación, así como la inscripción en el Registro Nacional de Víctimas,
ofrecer “una disculpa pública institucional a las víctimas y a sus familiares
por las violaciones a derechos humanos cometidas en su agravio, y que se
publique en su página web oficial por un periodo de un año”.
Desde
luego que la opinión pública considera que no sólo debe quedar el asunto en una
recomendación, y en reparación del daño sino en un castigo corporal para el
secretario de Comunicaciones. Por lo pronto, el fallo de Derechos Humanos se
integra al expediente de la PGR que investiga todavía la culpabilidad de la
muerte de esas cuatro personas, y que deberá responder a la brevedad.
Entre
las irregularidades graves detectadas por la CNDH, tres de las empresas elevaron
en 25% sus costos, sin que la SCT solicitara autorización a la Secretaría de la
Función Pública, como era su obligación.
Para
el organismo, “la negligencia y la posible corrupción durante la construcción
del libramiento Paso Exprés de la autopista México-Cuernavaca, son atribuibles
a la SCT y Banobras.
La
investigación de Derechos Humanos confirmó la denuncia de los pobladores de la
zona, quienes habían advertido sobre la presencia de tuberías en el lugar de la
obra, así, la SCT es culpada de no contemplar “todos los cruces de agua y
drenaje que podían afectarla; muchos permisos fueron solicitados una vez
adjudicada la licitación, durante la ejecución de los trabajos, o no fueron
tramitados”.
El
socavón de Cuernavaca viene a sumarse a otras obras realizadas sin
transparencia, en complicidad con constructoras españolas tendiendo caminos de
peaje muy costosos y cortos, convirtiendo esos caminos en unos de los más caros
del mundo. Las licitaciones y otorgamientos de obras desde la SCT no han sido
tan altos desde que Ruiz Esparza era secretario de Obras en el gobierno de Peña
Nieto, cuando este era gobernador del Estado de México.
Infraiber,
por ejemplo, denunció ante la PGR el traspaso irregular de 3 mil 600 millones
de pesos de la Secretaría de Comunicaciones al gobierno del Estado de México.
En esa transacción, Ruiz Esparza fue el protagonista que inició el reclamo del
dinero en 2009 como miembro del gobierno del Estado de México, y después fue
aprobado en 2013, ya siendo titular de la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes.
Sería
un ejercicio a favor de la honestidad y de claro combate a la corrupción, que
se realizara una auditoría a todas y cada una de las obras realizadas por
Genaro Ruiz Esparza desde que inició el sexenio que está a punto de morir.
PEGA Y CORRE.- De acuerdo al “Censo
Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales 2017” del INEGI, Veracruz es
el cuarto generador de residuos sólidos urbanos del país, sólo el 94.8 por
ciento de sus 212 municipios cuentan con recolección y disposición final de su
basura. Las más de cuatro mil 400 toneladas diarias de basura que genera la
entidad, se depositan en 138 sitios, de los cuales sólo 18 son rellenos
sanitarios y 120 tiraderos a cielo
abierto. Hace falta una transformación profunda en el tema de la recolección de
basura en el estado …
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