Por Orlando Segura Hervert.
Aproximadamente 140 personas, propietarios de bares y cantinas, sexo servidoras y empleados del gremio, protestaron esta mañana por las principales calles de nuestra ciudad y puerto; portaban pancartas en las que solicitaban se les otorgara un trato digno. El contingente era dirigido por Cesar Rangel Cruz y Benito Bautista Cadena, quienes acompañados por sus seguidores alzaron la voz en el Salón de Cabildo en donde fueron recibidos por el alcalde Jerónimo Francisco Folgueras Gordillo.
Los inconformes se quejaron de las arbitrariedades cometidas por la Policía Estatal y Municipal, al realizar un operativo para supuestamente poner orden y aplicar las leyes y reglamentos sanitarios, pero a decir de los propietarios, se les pasó la mano, los órganos policiacos llegaron y subieron en forma prepotente a todos los que se les atravesaron, cuestionaron el porque se les multó sin antes haberlos escuchado ni avisado. Pidieron la devolución de su dinero y un alto a ese tipo de actividades que ponen en riesgo su fuente laboral.
El gobierno local justificó la actuación con base en determinados artículos relativos al ordenamiento legal al que deben someterse las mujeres que trabajan en este tipo de centros y en ese tenor argumentó que se deben coordinar los diferentes sectores de salud pública, seguridad y los encargados de los establecimientos dedicados a la venta de bebidas alcohólicas, para que de manera conjunta se resuelva la problemática imperante, cumpliendo cada quien con lo que les corresponde.
Folgueras Gordillo admitió que no se cuidaron las formas y posteriormente ordenó al área de la tesorería e ingresos para que se les devolviera el recurso obtenido por concepto de sanciones; así, de esa manera mostró 36 recibos correspondientes a las personas detenidas en las instalaciones de la Policía Municipal, quienes tuvieron que pagar para obtener su libertad.
A satisfacción de las partes, el conflicto fue desactivado, solo quedó como una protesta social mas, efectuada en un lunes en la que ni las gallinas ponen, en donde la sociedad pudo observar a las mujeres y hombres que generalmente se desempeñan durante la noche, pero que dado la situación, en éste día marcharon con sus cartulinas, ropas y desvelos, hasta llegar a la Casa del Pueblo.
Aproximadamente 140 personas, propietarios de bares y cantinas, sexo servidoras y empleados del gremio, protestaron esta mañana por las principales calles de nuestra ciudad y puerto; portaban pancartas en las que solicitaban se les otorgara un trato digno. El contingente era dirigido por Cesar Rangel Cruz y Benito Bautista Cadena, quienes acompañados por sus seguidores alzaron la voz en el Salón de Cabildo en donde fueron recibidos por el alcalde Jerónimo Francisco Folgueras Gordillo.
Los inconformes se quejaron de las arbitrariedades cometidas por la Policía Estatal y Municipal, al realizar un operativo para supuestamente poner orden y aplicar las leyes y reglamentos sanitarios, pero a decir de los propietarios, se les pasó la mano, los órganos policiacos llegaron y subieron en forma prepotente a todos los que se les atravesaron, cuestionaron el porque se les multó sin antes haberlos escuchado ni avisado. Pidieron la devolución de su dinero y un alto a ese tipo de actividades que ponen en riesgo su fuente laboral.
El gobierno local justificó la actuación con base en determinados artículos relativos al ordenamiento legal al que deben someterse las mujeres que trabajan en este tipo de centros y en ese tenor argumentó que se deben coordinar los diferentes sectores de salud pública, seguridad y los encargados de los establecimientos dedicados a la venta de bebidas alcohólicas, para que de manera conjunta se resuelva la problemática imperante, cumpliendo cada quien con lo que les corresponde.
Folgueras Gordillo admitió que no se cuidaron las formas y posteriormente ordenó al área de la tesorería e ingresos para que se les devolviera el recurso obtenido por concepto de sanciones; así, de esa manera mostró 36 recibos correspondientes a las personas detenidas en las instalaciones de la Policía Municipal, quienes tuvieron que pagar para obtener su libertad.
A satisfacción de las partes, el conflicto fue desactivado, solo quedó como una protesta social mas, efectuada en un lunes en la que ni las gallinas ponen, en donde la sociedad pudo observar a las mujeres y hombres que generalmente se desempeñan durante la noche, pero que dado la situación, en éste día marcharon con sus cartulinas, ropas y desvelos, hasta llegar a la Casa del Pueblo.
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