viernes, 30 de noviembre de 2007

COMENTARIO DE MIGUEL CAMIN ("EL FALSO")




Cómplice editor, el ruidero que traemos sacó de su festín a las ratas de monte. Tan lindas ellas, come y come, en su agujero, jarte y jarte, sin que nada o nadie interrumpiera su descomunal comilona, impúdica e impune. Esto viene a propósito de la aparición de un pardo roedor, camuflado de fiera, en escena, que dice llamarse Miguel Camín (El Verdadero), y cuyo e-mail es miguel_camin@live.com.mx, personaje éste que con unos párrafos excretados desde su oquedad pretende descifrar misterios, callar bocas. Así, sin esfuerzo, sólo con tres putos párrafos que a continuación, (¡Claro!, con su anuencia, cómplice editor), transcribo:

Hola Sr. Editor. Como su costumbre es publicar sin saber quien es el que escribe...ruego a usted publique estas breves palabras
Para el Sr. Editor y lectores que lo acompañan
Las críticas de Miguel Camín (El Espurio, osease yo)* cambian con los días, como las modas. Se perfilan intelectuales, refinadas, escatológicas, según interese a los modos de sus creadores, que van desde dipsómanos cienciólogos, a frustrados ex candidatos, pasando por boleteros de micros. Sus planteamientos se centran en presentar a la persona que se quiere criticar como un sujeto incapaz y deshonesto. Esa forma de pretender anular al criticado por la simple formulación de un lugar común parte la mayoría de las veces de la mediocridad y la frustración; de la carencia de verdaderas razones sobre las cuales apoyar la argumentación de la crítica.
El personaje de Miguel Camín (El Falso, osease yo)* puede ser de la autoría de uno o varios individuos que evaden entrar en la valoración de los hechos para dar una sentencia que se traslada a la opinión pública como el resultado de un juicio, cuando no corresponde más que a una opinión basada en los corrillos de pasillo, la envidia, intriga, suspicacia, exageración, infamia, morbo y prejuicios.
Por supuesto que para conseguir su objetivo requiere un cómplice: USTED. La complicidad se da en que usted, Sr. Editor le permite atacar desde la clandestinidad, desde el anonimato.
Atte
Miguel Camín
(El Verdadero).
*Nota. Lo subrayado en paréntesis es nuestro
Cómplice editor, poco hay que agregar: primero, que en el texto de marras hay un tufo de puerca amenaza de censura venida de uno o varios personajes públicos cuya burbuja de abuso libertino pretenden conservar; y dos, que a estos personajes señalados en la columna Retratos, las palabras les causa tanto o más dolor que un racimo de hemorroides en el fundillo.
Gracias. Miguel Camín.
(El Falso).


retratos1@gmail.com

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