Por Nina SalgueroContinuamos con el artículo de Oliverio Moya,
A algunas mujeres les excita el olor a semen, a otras les repulsa; la combinación del semen con los exudados vaginales forman parte de las intimidades de cada pareja; el sudor corporal se transforma en afrodisiaco al entregarse a los juegos eróticos; el beso se convierte en el deseo de aspirar, en una mezcla de gusto y olfato a la persona amada.
Nuestros cuerpos son todo olores, nos huelen los pies, las axilas, la boca, el bigote, la cabellera, los senos, y sobre nuestros cuerpos cargamos olores ajenos que hacemos nuestros, nos huele la camisa, el cigarro que fumamos, la pastilla que saboreamos, el anillo que nos compromete, el collar que ostentamos, el reloj que necesitamos..con todos ellos y más( por no hablar de otros olores que ofenden las buenas conciencias) vivimos, convivimos, amamos y desamamos. Todos esos olores nos atraen o nos alejan de un romance casual o permanente, nos ayudan a una conquista o nos hacen caer en una trampa que nos amarra a los caprichos de su poseedora.
" pero de los olores ajenos ninguno es más fuerte y penetrante que el que destila el amor a través de los genitales. Se impregna por horas y días en su caso años o vidas" dice Mauricio Ortiz es su sección del cuerpo; y dejándose de mojigaterías continúa su disertación sobre los olores( amigos de buena conciencia, favor de interrumpir aquí la lectura).
Por último, como un complemento de extrema delicadeza, se levanta discreto y luminoso ese imponente olorcillo que en los mejores momentos regala el culo amado. nada tiene que ver con el olor a caca, aunque éste, a veces si se mezcla y hasta lo opaca. es precisamente la antípoda. Un sublime sudorcito, una flor exótica de intenso colorido por la que bien vale la pena aventurarse, aún cuando el riesgo inminente de borrasca , tierra adentro".
A algunas mujeres les excita el olor a semen, a otras les repulsa; la combinación del semen con los exudados vaginales forman parte de las intimidades de cada pareja; el sudor corporal se transforma en afrodisiaco al entregarse a los juegos eróticos; el beso se convierte en el deseo de aspirar, en una mezcla de gusto y olfato a la persona amada.
Nuestros cuerpos son todo olores, nos huelen los pies, las axilas, la boca, el bigote, la cabellera, los senos, y sobre nuestros cuerpos cargamos olores ajenos que hacemos nuestros, nos huele la camisa, el cigarro que fumamos, la pastilla que saboreamos, el anillo que nos compromete, el collar que ostentamos, el reloj que necesitamos..con todos ellos y más( por no hablar de otros olores que ofenden las buenas conciencias) vivimos, convivimos, amamos y desamamos. Todos esos olores nos atraen o nos alejan de un romance casual o permanente, nos ayudan a una conquista o nos hacen caer en una trampa que nos amarra a los caprichos de su poseedora.
" pero de los olores ajenos ninguno es más fuerte y penetrante que el que destila el amor a través de los genitales. Se impregna por horas y días en su caso años o vidas" dice Mauricio Ortiz es su sección del cuerpo; y dejándose de mojigaterías continúa su disertación sobre los olores( amigos de buena conciencia, favor de interrumpir aquí la lectura).
Por último, como un complemento de extrema delicadeza, se levanta discreto y luminoso ese imponente olorcillo que en los mejores momentos regala el culo amado. nada tiene que ver con el olor a caca, aunque éste, a veces si se mezcla y hasta lo opaca. es precisamente la antípoda. Un sublime sudorcito, una flor exótica de intenso colorido por la que bien vale la pena aventurarse, aún cuando el riesgo inminente de borrasca , tierra adentro".
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