Por Fernando Morales Rocha
diciembre 2007
Desde el inicio de la humanidad la Biblia registra milagro de vida tras milagro de vida, mediante la consecución de concepciones y nacimientos milagrosos.
PRIMERO.- El “nacimiento” de Adán sin la intervención de una madre y sólo con la participación de un Padre celestial Todopoderoso.
SEGUNDO.- La historia del patriarca Abram, que siendo ya senil e infértil, Dios hace pacto con él y le da tres promesas. La primera que sería padre, la segunda que ya no sería más Abram, sino Abraham porque lo haría padre de multitudes. Y la tercera que todas las naciones que lo bendijeran serían benditas.
Pero de Abraham no era su único problema ser anciano e infértil, sino que su mujer (antes Sarai y después llamada Sara) era también de edad avanzada y estéril
Pues a pesar de las circunstancia Dios muestra su amor y cumple sus promesas con el nacimiento milagroso de Isaac, siendo Abraham de 100 años y Sara de 90 años (Génesis 16-21).
TERCERO.- Este mismo hijo de Abraham y Sara, Isaac, se casa con Rebeca quién resulto también estéril. Y no fue sino hasta que Isaac contaba con setenta años cuando su también esposa mayor y estéril le dio a luz gemelos Esaú y Jacob (Génesis 25).
CUARTO.- Jacob a quién posteriormente se le conoció con el nombre de Israel, se casó Raquel quien también resultó ser estéril. Y ya en su vejez (ambos) procrearon a José.
QUINTO.- Ya en los anales del Nuevo Pacto y para que tuviera efecto el nacimiento milagroso del Salvador, se registra otro milagro de vida, la de su predecesor, su primo-hermano Juan, a quien se le conocería como “el Bautista”. El relato bíblico registra que su padre Zacarías era viejo y su madre Elisabet, estéril y de edad avanzada. Y no habían podido procrear (Lucas 1).
SEXTO.- Jesús es pues, el resultado, primero, del amor de Dios para su creación y segundo, el más grande milagro de vida (Lucas 1).
Jesús corona los milagros, señales y portentos del Creador, al ser concebido sin la participación de un varón. Para que se cumpliera la profecía del Génesis de nacer sólo de simiente de mujer.
Y así como por un hombre (Adán) todos los hombres venimos a ser condenados a muerte, por Jesús el Cristo, todos podemos alcanzar vida eterna.
SÉPTIMO.- Podríamos celebrar 2007 veces el nacimiento milagroso de Jesús (Dios-hombre) en un pesebre, pero si no nace en el pesebre de tu corazón, en balde el que se haya despojado de toda su gloria y deidad para nacer en éste mundo.
Quisiera por último referirte la conversación que sostiene Jesús con un principal de los sacerdotes Nicodemo (Juan 3):
Vino él y le dice Rabí: sabemos que has venido de parte de Dios como maestro… Jesús le responde:
De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre?...
Sabes, el milagro de la vida inicia cuando naces de nuevo por el Espíritu; esto es, cuando por fe permites que Jesús venga a tu corazón para que a ti te nazca la vida, vida abundante, vida eterna.
¿Permitirás que el dador de vida y de toda buena dádiva nazca en tu corazón para que obtengas el privilegio del perdón, el beneficio de la restauración de tu relación y posición con tu Dios y Creador. Y el milagro de la vida eterna?
diciembre 2007
Desde el inicio de la humanidad la Biblia registra milagro de vida tras milagro de vida, mediante la consecución de concepciones y nacimientos milagrosos.
PRIMERO.- El “nacimiento” de Adán sin la intervención de una madre y sólo con la participación de un Padre celestial Todopoderoso.
SEGUNDO.- La historia del patriarca Abram, que siendo ya senil e infértil, Dios hace pacto con él y le da tres promesas. La primera que sería padre, la segunda que ya no sería más Abram, sino Abraham porque lo haría padre de multitudes. Y la tercera que todas las naciones que lo bendijeran serían benditas.
Pero de Abraham no era su único problema ser anciano e infértil, sino que su mujer (antes Sarai y después llamada Sara) era también de edad avanzada y estéril
Pues a pesar de las circunstancia Dios muestra su amor y cumple sus promesas con el nacimiento milagroso de Isaac, siendo Abraham de 100 años y Sara de 90 años (Génesis 16-21).
TERCERO.- Este mismo hijo de Abraham y Sara, Isaac, se casa con Rebeca quién resulto también estéril. Y no fue sino hasta que Isaac contaba con setenta años cuando su también esposa mayor y estéril le dio a luz gemelos Esaú y Jacob (Génesis 25).
CUARTO.- Jacob a quién posteriormente se le conoció con el nombre de Israel, se casó Raquel quien también resultó ser estéril. Y ya en su vejez (ambos) procrearon a José.
QUINTO.- Ya en los anales del Nuevo Pacto y para que tuviera efecto el nacimiento milagroso del Salvador, se registra otro milagro de vida, la de su predecesor, su primo-hermano Juan, a quien se le conocería como “el Bautista”. El relato bíblico registra que su padre Zacarías era viejo y su madre Elisabet, estéril y de edad avanzada. Y no habían podido procrear (Lucas 1).
SEXTO.- Jesús es pues, el resultado, primero, del amor de Dios para su creación y segundo, el más grande milagro de vida (Lucas 1).
Jesús corona los milagros, señales y portentos del Creador, al ser concebido sin la participación de un varón. Para que se cumpliera la profecía del Génesis de nacer sólo de simiente de mujer.
Y así como por un hombre (Adán) todos los hombres venimos a ser condenados a muerte, por Jesús el Cristo, todos podemos alcanzar vida eterna.
SÉPTIMO.- Podríamos celebrar 2007 veces el nacimiento milagroso de Jesús (Dios-hombre) en un pesebre, pero si no nace en el pesebre de tu corazón, en balde el que se haya despojado de toda su gloria y deidad para nacer en éste mundo.
Quisiera por último referirte la conversación que sostiene Jesús con un principal de los sacerdotes Nicodemo (Juan 3):
Vino él y le dice Rabí: sabemos que has venido de parte de Dios como maestro… Jesús le responde:
De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre?...
Sabes, el milagro de la vida inicia cuando naces de nuevo por el Espíritu; esto es, cuando por fe permites que Jesús venga a tu corazón para que a ti te nazca la vida, vida abundante, vida eterna.
¿Permitirás que el dador de vida y de toda buena dádiva nazca en tu corazón para que obtengas el privilegio del perdón, el beneficio de la restauración de tu relación y posición con tu Dios y Creador. Y el milagro de la vida eterna?
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