El Gobernador Fidel Herrera Beltrán, convocó, llenó, llegó, escuchó, no pronunció ninguna palabra, respetó el protocolo y se fué a otras latitudes, sus más cercanos colaboradores señalaron que partió hacia Coatzacoalcos. Solo fue testigo de la toma de protesta de la comuna porteña, con su acto de presencia demostró quien es el que tiene el sartén por el mango. Desde el sábado, sus pupilos, Javier Benitez Ponce, los integrantes del magisterio se dieron a la tarea de citar a las fuerzas vivas de Tuxpan, y en poco tiempo con los recursos necesarios, actuaron de manera coordinada, cubrieron el objetivo, llenaron el escenario y así cumplieron con la meta, le demostraron al ejecutivo, que el poder de convocatoria todavía es intensamente rojo. El que se vio mal fue Folgueras, personaje sin humildad, habló cuando no era el momento, repitió mentiras que solo él se cree, le ganó el egocentrismo, su intervención fue la versión corregida y aumentada del III Informe de Gobierno, puro bla, bla, bla, bla
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