Fuente Presidencia de la República
La luminaria puede ser instalada en cualquier sitio, sin necesidad de colocar infraestructura eléctrica convencional
Académicos de la UNAM crearon una lámpara solar-eólica que capta la energía del sol y del viento y la transforma en electricidad; la invención, única en su tipo en México, podría servir para iluminación vial y peatonal, informó el coordinador del Laboratorio de Sustentabilidad del Centro de Investigaciones y Estudios de Posgrado, de la Facultad de Arquitectura (FA), Miguel Arzate Pérez.
La luminaria, expuso en un comunicado de esa institución, posee varios subsistemas: de generación, encargado de producir la electricidad, formado por un aerogenerador y una celda fotovoltaica; de almacenamiento, consistente en un banco de baterías; y el sistema de control, con la que la energía eléctrica se guarda o se suministra a la lámpara.
Una característica importante es su autonomía y puede ser instalada en cualquier sitio, sin necesidad de colocar infraestructura eléctrica convencional, pues la producción es en el sitio con recursos renovables.
Esto, abundó el doctor en arquitectura, permitiría un ahorro económico y medioambiental sustancial. Por ello, la lámpara sería especialmente útil en plazas, parques, zonas costeras y, sobre todo, en comunidades rurales o alejadas de la infraestructura eléctrica.
Ante el agotamiento de combustibles fósiles como el petróleo, principal fuente energética en el mundo, es necesario el uso de alternativas limpias, no contaminantes, como la solar y la eólica. "En ese sentido, hemos trabajado fuerte, pues creemos que es importante desarrollar aplicaciones tecnológicas mexicanas que las utilicen", consideró.
Modelo energético
La creación de la luminaria se inscribe en un proyecto más amplio denominado La energía en los espacios públicos, uno de 23 que integran al macroproyecto La Ciudad Universitaria y la Energía, que inició la UNAM hace 3 años.
La investigación, coordinada por Arzate, se enfoca a la realización de un modelo energético eficiente para el campus universitario, pero que pueda ser replicado en otros sitios. A lo largo del proyecto han intervenido disciplinas como arquitectura, diseño industrial y gráfico, multimedia, ingeniería mecatrónica, eléctrica y mecánica, así como finanzas, psicología y urbanismo.
Esta tecnología es nueva en el País y hasta ahora sólo existe en países desarrollados. Si es de noche o está nublado, pero sopla el viento, la lámpara funciona; lo mismo ocurre en días sin corrientes de aire, pero soleados. De ese modo, el banco de baterías siempre almacena energía, destacó.
El diseño de la luminaria comenzó hace dos años y medio; desde entonces ha sufrido modificaciones para hacerla más eficiente. Al principio se planteó utilizar un foco de plasma, pero ahora se ha propuesto el uso de LEDs (Light emitting diodes), que consumen mucho menos energía que un foco incandescentes.
Las bombillas convencionales consumen entre 50 y 80 por ciento más energía que los focos de plasma y los LEDs. En las lámparas comunes, con un foco incandescente, se desperdicia alrededor del 50 por ciento de la energía sobre todo en calor.
Los LEDs tienen hasta 90 por ciento de eficiencia con pocas pérdidas, por lo que el ahorro es considerable, y al multiplicarlo por las miles de luminarias que requiere una ciudad o población, se obtienen reducciones importantes en consumo energético y contaminación.
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