Orlando Segura Hervert.
En los bajos del Puente Tuxpan, hay un árbol que está creciendo hacia abajo, es decir, no encontró un ambiente propicio para desarrollarse de manera natural, hacia arriba porque la estructura de esta importante construcción con varias décadas de existencia se lo impidió y la plantación echó sus raíces y por esta razón está desarrollándose hacia abajo, en el escenario también aparece el famoso heno que constata que algo raro se está dando en este lugar.
Los comerciantes informales, porque carecen de la legalidad necesaria para estar en los bajos del Puente Tuxpan, ni cuenta se han dado, o simplemente ya se acostumbraron al panorama, ahí se observa como las raíces recorren una tubería que sirve para desviar la circulación de la lluvia que cae en dicho acceso, las palomas han hecho su nido y dicho ramaje les permite tener un sitio cómodo donde pernoctar.
Nadie se ha preocupado que en el momento en que caiga semejante árbol, puede ocasionar un accidente, no grave, pero si como para que descalabre a cualquier cristiano, ateo, católico o lo que sea. Protección Civil, Caminos y Puentes Federales o la propia Secretaría de Comunicaciones y Transportes, nadie ha tomado nota del asunto.
Por otra parte, en ese mundo de rarezas, una palmera creció en medio de otro frondoso, el tronco sale de la base, son dos en uno, algunas personas consultadas sobre éste particular, indican que es conocido como Higo de Monte, no es el primero que se da, la naturaleza permitió este juego y por eso la palmera se ve enorme, gigante, mas alta, a lo lejos se nota que son dos cosas distintas, pero al acercarse, no hay duda, es una palmera que surgió y tomo como base otra plantación, éste fenómeno se presenta rumbo a la carretera a Cazones
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