La pena de muerte genera polémica y controversias

Orlando Segura Hervert.
Más que aplicar la pena de muerte en nuestro país, se requiere un sistema penal funcional, una administración de justicia eficaz, garantizar la tranquilidad laboral y buenos salarios para los cuerpos policiacos, capacitación permanente, formación profesional de los policías. La pena de muerte como tal no resuelve ni disminuye los índices delictivos, señaló el abogado José Alfredo Dávila Contreras, catedrático de la Universidad del Golfo de México y experto en temas de seguridad.
Por otra parte, Benigno Emilio Pérez López, afirma que la propuesta polémica por su naturaleza y que inclusive ya fue aprobada en el estado de Coahuila, es correcta, indica que es una forma de frenar la inseguridad que se viene registrando en la república mexicana.
Ambos desde las trincheras de la abogacía, argumentan que como tal la idea de la pena capital en aquella región norteña, no se puede aplicar hasta que no sea avalada por la Cámara de Diputados, es una cuestión que debe estar normada en la Carta Magna, por lo que deducen, dicha instrumentación en Coahuila tiene un tinte de carácter político, un impacto meramente mediático.
Coinciden en que los CERESOS no son instancias de readaptación, no cumplen con la función para las que fueron creadas, los presos salen de dichas instancias corregidos y aumentados.
Pérez López señala que con dicha medida (pena de muerte), el estado se ahorraría enormes gastos porque se da la situación de que la víctima todavía que padece el agravio, vía impuesto tiene que mantener a los agresores al “sostener” las instituciones carcelarias.
Criticaron el que haya mala integración de expedientes, un trabajo pésimo en la investigación, lagunas jurídicas y hasta ignorancia legal. Dávila Contreras expresa que la pena de muerte, lejos de reducir la criminalidad en una primera instancia la aumentaría porque los secuestradores preferirán eliminar todo resquicio de prueba, incluyendo a los secuestrados.
El tema de boga no es de fácil discusión, se tienen que tomar en consideración diversos factores, pero en la plática salieron a relucir opiniones divergentes que reflejan una división de la sociedad en torno a la instrumentación de una pena fatal