Nadie se escapó del Día de los Santos Inocentes…

Orlando Segura Hervert.

"Cuando aparezca una nueva estrella en Israel, es que ha nacido un nuevo rey que reinará sobre todas las naciones" (Números 24, 17).

Por instrucciones de Herodes de Belén fueron asesinados 30 niños, el hecho histórico se dio porque los famosos Reyes Magos estaban obligados a señalar el lugar exacto en el que nacería el Mesías, es decir el Niño Jesús. Sin embargo, Melchor, Gaspar y Baltazar, cambiaron la ruta, no llegaron a sus respectivos lugares de origen por las veredas tradicionales, ante tal situación, se cometió por parte de los romanos, el hecho sangriento que con el paso de los siglos se ha transformado en una fecha para recordar a los inocentes, solo que ahora con la mística de las bromas, las vaciladas, los acontecimientos chuscos, la ironía de los políticos y actores sociales, es una forma en la que la sociedad se desquita de los supuestos agravios cometidos por artistas, funcionarios, autoridades, ediles, presidentes, gobernadores, etc.
La tradición surgió en el siglo IV de nuestra era, fomentada por la Iglesia Católica, quienes de esta forma le dieron el toque de la continuidad al 28 de diciembre, solo que el tiempo lo readaptó con otro giro y lo transformó en una fecha especial y singular.
Tuxpan en ese sentido, se pinta sola, también utilizó el momento para describir creativamente las historias, los cuentos, las frases llenas de ilusiones y acontecimientos supuestamente serios. En el internet, los periódicos, otros medios electrónicos aparecieron las irreverencias en contra de todos los que están inmersos en la vida pública de la localidad.
Muy común fue escuchar “inocente palomita que te dejaste engañar”, en la calle, los amigos aprovecharon para pedir préstamos o bien para cotorrear a sus muy cercanas amistades, a quienes no les perdonaron la relación afectiva. Algunos entendieron, otros se molestaron, pero todos fueron presa de una costumbre que cada año se hace presente en el corazón popular de una sociedad que a pesar de la crisis o de la recesión, no deja de sonreír.