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El pasado diciembre tuve la oportunidad de conversar con distinguido político de la región, en aquella ocasión me contó la siguiente anécdota:
Un día estaba un conejito trabajando con su laptop fuera de su cueva, cuando de pronto pasa un zorro. Ante tal escenario, se aproxima curioso preguntando: - "¡Hola, joven conejito! ¿Que te hace trabajar tan arduamente?" -"Mi tesis doctoral, señor lobo. Es una teoría que prueba que nosotros, los conejos, somos los grandes depredadores naturales de varios animales carnívoros, incluso de los lobos". El lobo no pudo contener la risa. -"Conejito, nosotros, los lobos, somos genuinos predadores naturales de los conejos.", dijo el lobo, dispuesto a devorarse al conejo. -"Discúlpeme, pero si quiere le puedo exponer mi prueba experimental, solo acompáñeme a mi cueva”, respondió el conejo. -El lobo no puede creer en su buena suerte. Dentro de la cueva del conejo se ve una enorme pila de huesos ensangrentados y restos de diversos zorros. A un costado de las pilas hay un enorme león, esperando con ansias al zorro. MORALEJA DEL CUENTO: No importa que tan bueno o malo seas, lo que importa es QUIEN ES TU PADRINO.
Lo anterior viene a colación porque acaba de terminar otro partido más de la selección mexicana de futbol, la misma historia de los últimos diez años, perdimos contra los Estados Unidos. ¿Que causas o circunstancias originan este lamentable resultado? ¿Los técnicos? Caray, ninguno ha durado tanto tiempo como para ser directamente responsable. La respuesta es más sencilla de lo que parece, los jugadores son la clave.
Hay un grupo de jugadores que ha perdurado a lo largo de estos diez años, que se han distinguido por tener mentalidad “agachona”, que al escuchar el nombre de Landon Donovan tiemblan de miedo ó solo con pensar que el marco contrario va a estar custodiado por el arquero Tim Howard -quien lleva 8 partidos sin recibir gol en su territorio- se espantan en lugar de ver este dato como un reto.
Estos jugadores de “renombre” han sido cobijados por las televisoras, nada más basta ver a Pavel Pardo fallando más de seis pases continuos, todos con bajo grado de dificultad, sin que ningún comentarista lo señale, no fuera Giovanni Dos Santos, quien enfrentaba, luchaba con garra y enfrentaba, pero en cada acción que aparecía fue criticado. ¿Por qué se meten las televisoras a dirigir equipos? ¿Por qué quieren imponer jugadores cuando muchos directivos en su vida han jugado siquiera “cascaritas”?
Lo peor del caso es que esto también sucede fuera de las canchas, lo vemos a diario en nuestra vida cotidiana. Los cargos directivos ó los trabajos de importancia no son dados a los más capaces, por el contrario, son –como el caso de la fabula- para aquellos que tienen los mejores padrinos y que en ningún momento serían capaces de dar batalla en igualdad de circunstancias contra aquellos que son desplazados. Esto es más común de lo que parece ¿o no?
*Licenciado en Derecho por la UV, Maestría en Políticas Públicas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
1 comentario:
no se si este chavo sea bueno o malo tanto en su vida personal como en la laboral pero me da tristesa como menciona y menciona sus grados academicos le recuerdo que a las grandes personas la gente los reconoce por lo que demuestran que saben hacer y no por lo que ostentan saber mejor demuestra lo que sabes lucha por tus ideales pero no te cuelgues de cualquier cosa para quererte hacer notar
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