TUXPAN YA CUENTA CON OBISPO...

Orlando Segura Hervert.
A partir del 12 de febrero del año en curso, Tuxpan ya cuenta nuevamente con Obispo, la responsabilidad de este cargo recae ahora en Monseñor Juan Navarro Castellanos, quien hasta hace algunas horas se desempeñaba como Obispo Auxiliar de Acapulco. La designación fue aprobada por el Papa Benedicto XVI.
La noticia fue bien recibida por la grey católica, la feligresía calificó como positivo el nombramiento, cabe recordar que desde hace meses, el ahora Arzobispo Domingo Díaz Martínez, dejó por instrucciones superiores los trabajos pastorales en Tuxpan, para asumir otras misiones en la Diócesis de Huauchinango Puebla.
Personal del obispado confirmaron los hechos, no dieron más detalles porque el acontecimiento también los tomó por sorpresa, independientemente de lo anterior, están trabajando y en el momento en que así se los indiquen, realizarán el recibimiento y presentación de quien ahora conducirá la fe cristiana en esta zona.
Juan Navarro Castellanos es originario de San José de Gracia, San Juan de los Lagos (Jalisco) el 27 de enero de 1945. Estudió latín y filosofía en el Seminario de Guadalajara y teología. Se ordenó como sacerdote el 23 de diciembre de 1977. Realizó cursos de planeación pastoral en el Instituto Teológico Pastoral del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) en Medellín, Colombia.
Además, se ha desempeñado como vicario parroquial en los templos de Jalostotitlán y San José; encargado de la pastoral juvenil diocesana, vicario episcopal para el Consejo de los Laicos, miembro del equipo diocesano de pastoral y párroco.
En la demarcación de Tuxpan, le corresponderá dirigir espiritualmente los decanatos de Alamo, Chicontepec, Naranjos, La Sierra, Tampico Alto, Tantoyuca, Tihuatlán, en la que están radicadas 41 parroquias, 11 cuasiparroquias y 87 sacerdotes.
En algunos municipios, se está presentando el crecimiento de otras religiones, lo que tendrá que ser analizado, evitando con ello una mayor deserción de las filas de la iglesia más grande, ello implica un mayor acercamiento con la gente, un contacto con los problemas religiosos de los ciudadanos.