lunes, 6 de abril de 2009

El boulevard se convirtió en la cantina más grande del mundo



Orlando Segura Hervert.
Desde hace varios días se viene promocionando con bombos y platillos, el operativo en contra de los borrachos y de aquellos que se ponen insoportables por la ingestión del alcohol, en el boulevard; sin embargo, los tuxpeños opinan que la medida es contraproducente, porque éste fin de semana, los jóvenes, adultos y los visitantes se dieron cita en dicha arteria y no hubo poder humano que los pudiera controlar, los asistentes bebieron hasta el hartazgo, no se notó la presencia de los cuerpos policiacos, mismo que previamente habían anunciado medidas disuasivas, supuestamente dedicadas a inhibir el consumo etílico.
La policía municipal, brilló por su ausencia, José de Jesús Cipriano Calderón, titular de los cuerpos de seguridad locales, le falló a los tuxpeños, las buenas conciencias, el reglamento y a todas las normas para imponer el orden. Sencillamente no cumplió, faltó a su palabra y esta cuestión afecta la credibilidad de los encargados de prevenir la comisión de ilícitos.
Quedó en entredicho, las políticas de seguridad que supuestamente se aplican en la zona urbana y rural, toda vez que no se observa seriedad, ni firmeza para instrumentar lo que se promete: el fin de semana abundó la cerveza, el bacardí, la sol y la corona, lo mismo en botella o en lata, cada quien se surtió como quiso y como pudo, de acuerdo al presupuesto. No hubo autoridad, ni mando en dicho espacio que por cierto abarcó varios kilómetros y al calor del material ingerido, toda esa superficie quedó con olor a orines.
Si bien es cierto que no hay áreas de esparcimiento, ni salones de baile, ni discos, eso no es motivo para que impere la anarquía en un lugar en el que comúnmente acuden las familias a tomar el aire, pero ahora, en ésta época, ya ni eso se puede hacer tranquilamente.
La música sonaba a alto volumen, era natural, nadie impidió la anarquía que cotidianamente se genera en lo que ha sido denominado la cantina más grande del mundo, similar a las barras libres, porque ahí ni siquiera pagan cover, ni nada que se le parezca.

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