martes, 20 de octubre de 2009

TIENDA DE RAYA...


Por: Imelda Torres Sandoval

"Ni Luz, Ni fuerza en el Centro"

Los mexicanos estábamos felices por la desabrida victoria de nuestra Selección Nacional que nos dió el anhelado pase al Mundial de Sudáfrica. El partido se disfrutó a media tarde, seguramente acompañado de sabrosas y heladas chelas y botanita, en compañía de los cuates de la chamba, o en casita, con la familia, solidariamnete aguantadora tanto de partidos como de culebrones noveleros promovidos por Televisa. Y por la noche, entre las imágenes de leones y jirafas que nos felicitaban por nuestro pronto viaje para saludarlos, vimos a un desdibujado Presidente de la República anunciando, pesaroso, la liquidación de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro.
La justificación oficial: Luz y Fuerza del Centro es una empresa paraestatal en números rojos. El decreto de liquidación del 11 de Octubre expresa: La comprobada ineficiencia operativa y financiera del organismo descentralizado en cuestión, permite llegar a la conclusión de que, siguiendo el principio de ejercicio eficiente del gasto público, Luz y Fuerza del Centro debe extinguirse; ello fundado en que su funcionamiento ya no resulta conveniente desde el punto de vista de la economía nacional y del interés público por las razones que ya se han manifestado.

En aras del mentado principio de ejercicio eficiente del gasto público, cuarenta y cuatro mil personas se quedaron sin trabajo, así nomás. Claro que tendrán derecho a cobrar, en promedio, $425,000.00 como liquidación laboral, superior a la marcada en el contrato colectivo.
¿Y cuando ese dinero se les termine? ¿Realmente los van a recontratar en alguna parte, si los han tildado de zánganos chupasangre del presupuesto público?
Difícil decisión de nuestro primer mandatario, de tronar una empresa "financieramente insostenible" y lanzar a la calle a miles de trabajadores en momentos tan críticos de crísis social y política. Creo que es un error más de su política errática, al servicio de meros intereses cupulares y corporativos, que urgen al Presidente terminar con los últimos reductos de contratos colectivos y conquistas sindicales a favor de miles de trabajadores. Urgen ya los out sourcing como forma legal de contratación, aunque desde hace mas de diez años, los trabajadores ya no son contratados directamente por las empresas, sino por contratistas laborales que actúan como "colocadores de empleos", sin ninguna obligación legal para con el trabajador, que de esa manera es despojado de seguridad social y estabilidad laboral, que la contratación directa y la sindicalización le garantizaban.

Pero vivimos en un México polarizado, donde quien debiera ser contrapeso se convierte en contestatario. Protesta por protestar, como si fuera deporte o hobby. Errónea también es la política de los chuchos y del Peje de abanderar la causa perdida del despido injustificado de miles de trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro.
¿Cuántos mexicanos hemos perdido desde hace mas de veinte años el trabajo uno y otra vez? ¿Cuántos mexicanos hemos perdido el poder adquisitivo de nuestro salario en estos últimos años? No somos cuarenta y cuatro mil, sino millones. ¿Y quien nos ha defendido? ¿Quién tiene la culpa?
La culpa no es del pinche sistema, ni del gobierno, ni del PAN ni del PRI.
La culpa es sin duda, de la izquierda mexicana, que vendió su papel histórico de lucha y crítica por bilimbiques oficiales, por curules y prebendas políticas, y con ello, enterró toda posibilidad de lucha institucional por los sectores sociales mas desprotegidos. Es la "izquierda mexicana" de los últimos diez años quien nos está orillando a la polarización y al estallido social.
¿Cómo luchar contra el Poder, si el Poder está coludido con los "representantes del pueblo"?
Y ultimadamente, ¿que nos importan miles de mexicanos sin trabajo si nos vamos al Mundial?
Usted apreciable lector, ¿Qué opina?

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