Por: Patricio González Quintanilla.
patgq52@gmail.com
En un comunicado conjunto del 10 de noviembre pasado, la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), anuncian la firma de una Declaración de Intención para el inicio de una nueva etapa de investigación marciana, denominada Iniciativa Conjunta de Exploración de Marte (MEJI), misma que potencia sustancialmente el Programa Aurora -ExoMars de la ESA, concebido en el año 2001.
Esta iniciativa MEJI tiene como objetivo último el recolectar muestras de rocas y de suelo marciano por medios robóticos, y traerlas a la Tierra intactas. Para lograrlo, será necesario desarrollar paulatinamente un sistema robótico completo, integrado por (1) un orbitador de observación y de transmisión de datos; (2) un dispositivo especial de descenso a la superficie marciana “Entry, Descent & Landing System” (EDLS); (3) un rover de exploración, análisis y recolección de muestras; (4) un dispositivo especial de ascenso con el material recolectado a orbita marciana y (5) un vehiculo de retorno y reingreso a la Tierra.
El desarrollar un sistema de tal magnitud implica un reto tecnológico sin precedentes, que sólo será logrado mediante varias misiones que aporten la experiencia requerida para conseguir el objetivo final. Las dos primeras misiones contempladas en la iniciativa MEJI, programadas para su lanzamiento en los años 2016 y 2018 respectivamente, dispondrán de los dispositivos 1,2 y 3 descritos arriba, y las responsabilidades de misión compartidas por la ESA y la NASA como sigue:
Misiòn-1.- La ESA aporta la arquitectura básica del orbitador, el EDLS y el rover de exploración marciana; la NASA proporciona el vehículo lanzador y dirige la composición de la carga activa (payload) del orbitador.
Misiòn-2.- La NASA aporta el vehículo lanzador, el orbitador, el EDLS y el rover de exploración; la ESA incluye un rover dotado de un Perforador Profundo para análisis exobiológico.
Las misiones robóticas a Marte marcarán la pauta de la exploración planetaria de los próximos 20 años, conforme puedan resolverse los enormes retos que aún están por ser superados para una futura colonización humana del planeta.
Entre los muchos retos por resolver, se encuentran seis de particular importancia para acceder a Marte. Primero que todo, (1) El enorme costo que un programa de viajes tripulados conlleva, que sólo podrá realizarse bajo una estrecha colaboración internacional; (2) La necesidad de contar con un sistema de propulsión más potente, que reduzca de manera significativa los tiempos de traslado de misión entre un planeta y el otro; (3) Diseñar un efectivo sistema de protección de las tripulaciones contra micrometeoritos y contra la radiación cósmica y las tormentas solares; (4) Dotar las naves con un sistema de gravedad artificial; (5) Definir una estrategia que maximice las probabilidades de mantener la tripulación en buenas condiciones de salud física y emocional, en los aspectos de alimentación, medicina espacial, terapia física y mental para viajes prolongados, y (6) Tal vez la más importante de todas, sin la cual será imposible lograr una colonización: asegurar el abastecimiento local de agua en el Planeta Rojo.
Fuentes: ESA-Aurora, Aerospace Daily. Investigación propia. PGQ-XI- 2009.
patgq52@gmail.com
En un comunicado conjunto del 10 de noviembre pasado, la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), anuncian la firma de una Declaración de Intención para el inicio de una nueva etapa de investigación marciana, denominada Iniciativa Conjunta de Exploración de Marte (MEJI), misma que potencia sustancialmente el Programa Aurora -ExoMars de la ESA, concebido en el año 2001.
Esta iniciativa MEJI tiene como objetivo último el recolectar muestras de rocas y de suelo marciano por medios robóticos, y traerlas a la Tierra intactas. Para lograrlo, será necesario desarrollar paulatinamente un sistema robótico completo, integrado por (1) un orbitador de observación y de transmisión de datos; (2) un dispositivo especial de descenso a la superficie marciana “Entry, Descent & Landing System” (EDLS); (3) un rover de exploración, análisis y recolección de muestras; (4) un dispositivo especial de ascenso con el material recolectado a orbita marciana y (5) un vehiculo de retorno y reingreso a la Tierra.
El desarrollar un sistema de tal magnitud implica un reto tecnológico sin precedentes, que sólo será logrado mediante varias misiones que aporten la experiencia requerida para conseguir el objetivo final. Las dos primeras misiones contempladas en la iniciativa MEJI, programadas para su lanzamiento en los años 2016 y 2018 respectivamente, dispondrán de los dispositivos 1,2 y 3 descritos arriba, y las responsabilidades de misión compartidas por la ESA y la NASA como sigue:
Misiòn-1.- La ESA aporta la arquitectura básica del orbitador, el EDLS y el rover de exploración marciana; la NASA proporciona el vehículo lanzador y dirige la composición de la carga activa (payload) del orbitador.
Misiòn-2.- La NASA aporta el vehículo lanzador, el orbitador, el EDLS y el rover de exploración; la ESA incluye un rover dotado de un Perforador Profundo para análisis exobiológico.
Las misiones robóticas a Marte marcarán la pauta de la exploración planetaria de los próximos 20 años, conforme puedan resolverse los enormes retos que aún están por ser superados para una futura colonización humana del planeta.
Entre los muchos retos por resolver, se encuentran seis de particular importancia para acceder a Marte. Primero que todo, (1) El enorme costo que un programa de viajes tripulados conlleva, que sólo podrá realizarse bajo una estrecha colaboración internacional; (2) La necesidad de contar con un sistema de propulsión más potente, que reduzca de manera significativa los tiempos de traslado de misión entre un planeta y el otro; (3) Diseñar un efectivo sistema de protección de las tripulaciones contra micrometeoritos y contra la radiación cósmica y las tormentas solares; (4) Dotar las naves con un sistema de gravedad artificial; (5) Definir una estrategia que maximice las probabilidades de mantener la tripulación en buenas condiciones de salud física y emocional, en los aspectos de alimentación, medicina espacial, terapia física y mental para viajes prolongados, y (6) Tal vez la más importante de todas, sin la cual será imposible lograr una colonización: asegurar el abastecimiento local de agua en el Planeta Rojo.
Fuentes: ESA-Aurora, Aerospace Daily. Investigación propia. PGQ-XI- 2009.
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