EXPONERSE AL SOL PERJUDICA LA PIEL...

• Puede causar quemaduras severas

Todos debemos cuidarnos con responsabilidad de la exposición directa del sol en esta temporada de primavera-verano, para evitar las quemaduras en la piel
Las lesiones más comunes cuando alguien se expone al sol, son las quemaduras de primer grado y son las que causan que la piel se ponga roja (eritema), que se sienta la sensación de ardor y en casos extremos, incluso llegan a aparecer ampollas o vesículas muy dolorosas; por estos efectos, es necesario aplicarse un protector o bloqueador solar con el mayor factor de protección, detallaron los especialistas.
Cabe destacar que existen seis tipos de piel y hay unas más susceptibles que otras y quienes deben tener más cuidado, son las personas que tienen del primer tipo por ser más sensibles, pues poseen la tez blanca, ojos verdes o azules, pelo rubio o pelirrojo; los del segundo tipo, tienen casi las mismas características, excepto por tener los ojos oscuros, no obstante, son igual de delicadas y si no se protegen lo suficiente, pueden provocarse quemaduras severas.
Hay otras personas con otros tipos de piel, como lo son los que comprenden del cuarto al sexto, que tienen más resistencia a la exposición del sol por ser morenas; sin embargo, es necesario no confiarse de estas cualidades y no abusar de ello para evitar complicaciones en la salud, explicaron los dermatólogos del IMSS.
Dentro de las precauciones a seguir, se recomienda: no improvisar bronceadores caseros como la cerveza, refrescos de cola o agua de coco; utilizar un bloqueador solar siempre que haya luz del día, ya sea en la playa, el campo o la montaña, aún cuando esté nublado, -ya que las radiaciones que causan las quemaduras logran penetrar la capa de nubes-, además se debe verificar la fecha de caducidad del producto.
Por último, reiteraron los médicos, que cuanto más elevado sea el grado de fotoprotecciòn del bloqueador solar, es mejor y los más indicados son aquellos que tienen de 20 a 100 puntos de protección; pero es necesario usarlo cada tres horas en condiciones normales; pero si la situación cambia, es decir, que si estamos en contacto con el agua o sudamos demasiado, entonces se debe aplicar con más frecuencia, preferentemente cada hora.