Por: Tere Quintanilla
Ni el sector público ni el privado, pueden con la basura, es un problema de siempre que perjudica la imagen de las localidades, los municipios, las autoridades y los ciudadanos; en Tuxpan se producen aproximadamente 120 toneladas de desperdicios diariamente, aproximadamente 22 unidades recogen la materia orgánica e inorgánica que generan los pobladores de esta ciudad y a pesar de la división y organización de rutas, no hay manera de frenar la contaminación de los cerca de 135 mil habitantes.
Desde administraciones anteriores hay quienes se atrevieron a sugerir que esta problemática solo la podría resolver la iniciativa privada y por lo tanto se debía de concesionar la recolección de la basura. Sin embargo, otros puntos geográficos padecen la falta de previsión y planeación para levantar los miles de kilogramos de bolsas, plásticos, cartones, latas, botellas, deshechos. El caso más reciente es Cuernavaca, Morelos, en donde la empresa dejó de trabajar porque el ayuntamiento de aquella latitud dejó de pagarle, consecuentemente la sociedad padeció los acumulamientos de basura en las calles y sus hogares.
La gente no entiende si no hay camiones, faltó la gasolina, no hay presupuesto o la empresa contratada no cumplió con el compromiso adquirido, quiere soluciones prácticas, ver bien arreglada su calle, la playa, el parque, los camellones, no le interesa saber de que manera procedieron a solucionar el tema anteriormente descrito, lo que le importa es que no haya agentes contaminantes en sus lugares de residencias.
Así las cosas, indicaron las amas de casa entrevistadas en relación con la suciedad de las esquinas, dado que durante varios días se quedan los residuos en dichas áreas, sin que nadie intervenga para que las avenidas no luzcan descuidadas, convirtiéndose en focos insalubres.
Ni el sector público ni el privado, pueden con la basura, es un problema de siempre que perjudica la imagen de las localidades, los municipios, las autoridades y los ciudadanos; en Tuxpan se producen aproximadamente 120 toneladas de desperdicios diariamente, aproximadamente 22 unidades recogen la materia orgánica e inorgánica que generan los pobladores de esta ciudad y a pesar de la división y organización de rutas, no hay manera de frenar la contaminación de los cerca de 135 mil habitantes.
Desde administraciones anteriores hay quienes se atrevieron a sugerir que esta problemática solo la podría resolver la iniciativa privada y por lo tanto se debía de concesionar la recolección de la basura. Sin embargo, otros puntos geográficos padecen la falta de previsión y planeación para levantar los miles de kilogramos de bolsas, plásticos, cartones, latas, botellas, deshechos. El caso más reciente es Cuernavaca, Morelos, en donde la empresa dejó de trabajar porque el ayuntamiento de aquella latitud dejó de pagarle, consecuentemente la sociedad padeció los acumulamientos de basura en las calles y sus hogares.
La gente no entiende si no hay camiones, faltó la gasolina, no hay presupuesto o la empresa contratada no cumplió con el compromiso adquirido, quiere soluciones prácticas, ver bien arreglada su calle, la playa, el parque, los camellones, no le interesa saber de que manera procedieron a solucionar el tema anteriormente descrito, lo que le importa es que no haya agentes contaminantes en sus lugares de residencias.
Así las cosas, indicaron las amas de casa entrevistadas en relación con la suciedad de las esquinas, dado que durante varios días se quedan los residuos en dichas áreas, sin que nadie intervenga para que las avenidas no luzcan descuidadas, convirtiéndose en focos insalubres.
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