domingo, 28 de noviembre de 2010

Políticos: ¡basta de titubeos para salvar el clima!


Los políticos del mundo que asistirán a la décimo sexta conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático en Cancún, Quintana Roo (COP 16), deben actuar con firmeza y sin titubeos para lograr progresos significativos que hagan posible avanzar hacia un acuerdo global que salve el clima, señaló Greenpeace a cuatro días de que inicie la cumbre del clima.

La organización ambientalista señaló que las áreas clave que deben atenderse para evitar el aumento desmedido de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) son, entre otras: deforestación, metas ambiciosas para la reducción de emisiones y financiación de las acciones de mitigación y adaptación al cambio climático, ya que año con año, los daños por los impactos de fenómenos meteorológicos son cada vez mayores.

Desde la cumbre de Bali en 2007, los políticos han dado muy pocos pasos para llegar a un acuerdo que salve al clima: mientras ellos discuten y frenan iniciativas que obliguen a una reducción ambiciosa de emisiones globales de GEI, en diferentes partes del mundo se incrementa la vulnerabilidad de la población ante los impactos de la crisis climática. Por ejemplo, durante 2010 México ha vivido fuertes inundaciones en por lo menos 11 estados, donde el saldo fue superior a los 14 billones de pesos y hubo más de 1 millón 500 mil daminificados, por lo menos hasta la primera quincena de octubre de este año; rebasando toda expectativa del gobierno mexicano para atender los daños.

Si los gobiernos del mundo quieren evitar peores impactos a los que ha dejado este año el cambio climático, las emisiones globales deben alcanzar su pico en 2015, para llevarlas lo más cercano a cero para mediados de siglo.

Es claro que la mayoría de los países desarrollados prefieren dar prioridad a los intereses de las grandes compañías petroleras y de carbón, que generan más emisones de GEI y aumento de la tempreatura del planeta, antes que defender los intereses comunes de la gente. Lamentablemente esta lógica se repite en países como el nuestro, donde la política energética de los próximos 14 años sigue anclada a la extracción y uso de combustibles fósiles, lo que nos llevará a acelerar el cambio climático.

Si bien las expectativas de lograr un acuerdo global justo, ambicioso y obligatorio son menores a las que había en 2009, Cancún debe resultar en avances concretos que hagan realidad dicho acuerdo lo más rápido posible. Para que el fracaso no se repita dichos cimientos deben incluir (no necesariamente limitarse a):

•una decisión sobre la meta a alcanzar en materia del aumento de la temperatura global a largo plazo, que considere estabilizarlo los más abajo posible de los 2ºC, a revisarse en 2015 y que reconozca que un aumento de 1.5ºC podría traducirse en daños irreparables y de gran magnitud.
•el reconocimiento formal de que las reducciones prometidas el año pasado en Copenhague no son suficientes para detener al cambio climático (existe una brecha de las gigatoneladas que se promete reducir y las que los países están dispuestos a lograr) (ver tabla), como tampoco lo son las políticas energéticas predominantes.
•el establecimiento de un nuevo fondo financiero para el clima dentro de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y el diseño del proceso para que en la COP-17 se vuelva realmente operativo.
•el reconocimiento de la necesidad de contar con fuentes de financiamiento innovadoras y de largo plazo (independiente de los presupuestos nacionales) para sufragar los costos de la mitigación y la adaptación.
•el establecimiento de un marco que proteja a los bosques y selvas de la deforestación e incluya salvaguardas básicas que beneficien y respeten los derechos de las comunidades indígenas y locales así como la biodiversidad.

Fuente: Greenpeace...

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