• GUILLERMO BASURTO ORIGEL.
Cinismo, desfachatez, arrogancia, hipocresía, con un alto desprecio a sus propios cuadros y simpatizantes, es la lectura de la tan manipulada encuesta que se pretende aplicar en el estado de México, para avalar las alianzas entre el PAN y el PRD. Inmolación en la piedra del sacrificio del templo mayor. Una muerte con dignidad, es preferible a mil muertes con vergüenza. En la primera el ser trasciende su existencia, en la segunda el escarnio de la historia es la consecuencia.
Resulta menos de intolerable, para la más elemental inteligencia ciudadana, el adjetivo que no sustantivo del PROGRAMA COMÚN, incorporado en el cuerpo del reactivo a su “consulta popular”.
Textualmente, el mencionado reactivo se expresa: “¿Estarías de acuerdo en una alianza entre el PAN y el PRD que proponga un candidato o una candidata con un programa de gobierno común?” (Subrayado propio).
En estricto apego a la lógica formal, se estará sometiendo al arbitraje de los acarreados a dicha consulta, DOS ENUNCIADOS y no solamente UNO. El primero que trata de un CANDIDATO EN ALIANZA, el segundo enunciado que trata de UN PROGRAMA DE GOBIERNO COMUN. Uno es la envoltura, el otro el dulce. Caramelo que puede ser de fresa, tamarindo, rompope o del sabor que se les ocurra posteriormente a los dueños partidarios. Quien compre el primero, se lleva inherente y obligatoriamente el segundo. Compran la envoltura sin conocer el contenido.
Desde luego, que en su momento, después de validada la farsa, tendrán que sentarse en la cocina, para elaborar un PROGRAMA DE GOBIERNO COMUN, que no agravie a ninguno de los bandos partidarios, por lo que obviarán entrar al fondo del debate sobre temas torales. Hablarán de común acuerdo, como novios con urgencias sexuales, sobre sus fantasías maritales. El tamaño de la cama o la ecología. El color de las sabanas o el combate a la inseguridad. Las flores en el jardín o el combate a la pobreza. Ahora que el PAN ya se desligó de su concubina del SNTE, tal vez hasta fantaseen entre un texturizado marrón en la recamara principal o una reforma educativa estatal.
Por supuesto que los próximos consortes, no discutirán por el momento sus reales y verdaderas convicciones y aversiones. Eso se debatirá después del acostón antes de la boda. La novia vestida de amarillo no desea tener prole, por lo que recurre asiduamente al aborto, el novio de azul, desea una gran familia y está en contra de dicha práctica; La novia no tiene objeción en ampliar sus relaciones a experiencias homosexuales, el novio está convencido de la monogamia heterosexual de la mujer dentro de su próximo matrimonio y de la poligamia bisexual del hombre en privado. La novia manifiesta que su próximo marido es hijo ilegitimo y a su padre lo llama despectivamente el espurio, y el novio se refiere a su suegra como la prostituta.
Ni en la educación de sus hijos sobrevivientes a los abortos, se ponen de acuerdo. Uno quiere enviarlos a escuelas particulares de alto rendimiento en Monterrey, y la otra quiere enviarlos a las escuelas públicas de la sección 22 en Oaxaca, o importar este sistema educativo ejemplar, en el estado de México.
Vamos ni en sus simpatías y forma de combatir a las pandillas que merodean por su hogar se ponen de acuerdo. El próximo marido propone apoyar a la pandilla de gandayas y a los demás darles palo, garrote y bala. La novia prefiere a la pandilla de la playa, y a los demás cortarles el suministro y dinero que les da Don Venancio, el gachupín de la esquina.
Desde luego que guardarán mutuamente las formas, ante los invitados a la boda, aunque los esponsales se mantengan como secreto de familia.
Así las cosas, en esa amañada frase adjetivizante y sometida a la encuesta: PROGRAMA DE GOBIERNO COMÚN, que quieren decir los consortes. Lo que se debe decir ante el altar o lo que se debe callar con vergüenza y sonrojo, para los testigos de boda.
Correo: memobasu@hotmail.com
Cinismo, desfachatez, arrogancia, hipocresía, con un alto desprecio a sus propios cuadros y simpatizantes, es la lectura de la tan manipulada encuesta que se pretende aplicar en el estado de México, para avalar las alianzas entre el PAN y el PRD. Inmolación en la piedra del sacrificio del templo mayor. Una muerte con dignidad, es preferible a mil muertes con vergüenza. En la primera el ser trasciende su existencia, en la segunda el escarnio de la historia es la consecuencia.
Resulta menos de intolerable, para la más elemental inteligencia ciudadana, el adjetivo que no sustantivo del PROGRAMA COMÚN, incorporado en el cuerpo del reactivo a su “consulta popular”.
Textualmente, el mencionado reactivo se expresa: “¿Estarías de acuerdo en una alianza entre el PAN y el PRD que proponga un candidato o una candidata con un programa de gobierno común?” (Subrayado propio).
En estricto apego a la lógica formal, se estará sometiendo al arbitraje de los acarreados a dicha consulta, DOS ENUNCIADOS y no solamente UNO. El primero que trata de un CANDIDATO EN ALIANZA, el segundo enunciado que trata de UN PROGRAMA DE GOBIERNO COMUN. Uno es la envoltura, el otro el dulce. Caramelo que puede ser de fresa, tamarindo, rompope o del sabor que se les ocurra posteriormente a los dueños partidarios. Quien compre el primero, se lleva inherente y obligatoriamente el segundo. Compran la envoltura sin conocer el contenido.
Desde luego, que en su momento, después de validada la farsa, tendrán que sentarse en la cocina, para elaborar un PROGRAMA DE GOBIERNO COMUN, que no agravie a ninguno de los bandos partidarios, por lo que obviarán entrar al fondo del debate sobre temas torales. Hablarán de común acuerdo, como novios con urgencias sexuales, sobre sus fantasías maritales. El tamaño de la cama o la ecología. El color de las sabanas o el combate a la inseguridad. Las flores en el jardín o el combate a la pobreza. Ahora que el PAN ya se desligó de su concubina del SNTE, tal vez hasta fantaseen entre un texturizado marrón en la recamara principal o una reforma educativa estatal.
Por supuesto que los próximos consortes, no discutirán por el momento sus reales y verdaderas convicciones y aversiones. Eso se debatirá después del acostón antes de la boda. La novia vestida de amarillo no desea tener prole, por lo que recurre asiduamente al aborto, el novio de azul, desea una gran familia y está en contra de dicha práctica; La novia no tiene objeción en ampliar sus relaciones a experiencias homosexuales, el novio está convencido de la monogamia heterosexual de la mujer dentro de su próximo matrimonio y de la poligamia bisexual del hombre en privado. La novia manifiesta que su próximo marido es hijo ilegitimo y a su padre lo llama despectivamente el espurio, y el novio se refiere a su suegra como la prostituta.
Ni en la educación de sus hijos sobrevivientes a los abortos, se ponen de acuerdo. Uno quiere enviarlos a escuelas particulares de alto rendimiento en Monterrey, y la otra quiere enviarlos a las escuelas públicas de la sección 22 en Oaxaca, o importar este sistema educativo ejemplar, en el estado de México.
Vamos ni en sus simpatías y forma de combatir a las pandillas que merodean por su hogar se ponen de acuerdo. El próximo marido propone apoyar a la pandilla de gandayas y a los demás darles palo, garrote y bala. La novia prefiere a la pandilla de la playa, y a los demás cortarles el suministro y dinero que les da Don Venancio, el gachupín de la esquina.
Desde luego que guardarán mutuamente las formas, ante los invitados a la boda, aunque los esponsales se mantengan como secreto de familia.
Así las cosas, en esa amañada frase adjetivizante y sometida a la encuesta: PROGRAMA DE GOBIERNO COMÚN, que quieren decir los consortes. Lo que se debe decir ante el altar o lo que se debe callar con vergüenza y sonrojo, para los testigos de boda.
Correo: memobasu@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario