Uriel Flores Aguayo
Lo que uno podría suponer se volvió una versión más o menos confiable al declarar el presidente de los productores de leche que de cada diez quesos de la Joya, municipio de Acajete, sólo uno es elaborado con ingredientes cien por ciento de origen lácteo. Nadie lo ha desmentido, ni los ganaderos de esa región, con fama de ser la mejor del estado de Veracruz, ni las autoridades correspondientes, siempre más ocupadas en atender cualquier cosa que no tenga que ver con sus responsabilidades sustanciales.
Lamentablemente al parecer esa denuncia se basa en hechos reales, lo cual nos debería preocupar a todos los consumidores de queso. Paradójicamente, días después, los mismos u otros productores de leche vinieron a regarla en la plaza Lerdo, aduciendo el bajo precio de ese alimento, señalando, incluso, la contradicción del DIF estatal que adquiere la leche o lo que se le parezca fuera del estado.
Ambas denuncias permiten acercarnos al problema que significa que, al igual que con el queso, en otros productos y en actividades sociales las cosas no son lo que parecen; así mismo, la urgencia de que el gobierno estatal centre su atención en la economía productiva, fuente generadora de empleos, arraigo a las comunidades y desarrollo social.
Deben atenderse y apoyarse las actividades productivas de la misma manera en que se celebra la creación de fraccionamientos urbanos y los establecimientos de supermercados, cuya contribución social habría que discutir, sin obviar los salarios de hambre que en esos lugares se pagan. Si el queso no es de leche están engañando al consumidor, le están dando” gato por liebre”.
Lo malo es que esa especie de fraude está presente no solo en actividades productivas sino también en instituciones, profesiones y otras actividades sociales. Ejemplos: Felipe Calderón es un presidente ilegitimo, el voto en México sigue careciendo de valor democrático, muchos sacerdotes no son santos, Marcial Maciel estaba loco, al igual que Maradona muchos deportistas se dopan, el agua no es potable, las modelos más esculturales son de plástico, Alejandra Guzmán no se sentaba en su anatomía sino en bolsas de silicón, los partidos políticos se representan a sí mismos, los maestros no tienen maestría, sin practicarlo la “chucky” Gordillo nos invita a leer, el café soluble es de garbanzo , la salsa cátsup no trae tomate , etc.
Si a ese listado de simulaciones agregamos las escuelas patito y los objetos chinos desechables, estamos ante un país del fraude, con autoridades funcionales a ese estado de cosas, contentas, pero lamentablemente con una sociedad ignorante, pasiva, dividida, clientelar, conformista y exageradamente permisiva ante fraudes, mentiras y promesas. En ese sentido estamos ante problemas mayores, para lo cual no sirven la negación, el voluntarismo y mucho menos la demagogia.
Eludir los problemas ayuda a que los gobernantes mantengan su sonrisa y se muestren alegres, pero si continuamos posponiéndolos nos seguiremos hundiendo como nación. Padeciendo esta realidad llena de absurdos y miserias nos debería quedar perfectamente claro que vamos a heredar un mundo desastroso a nuestros hijos, hacer conciencia de eso y tomar decisiones significa, ahora, llevar a cabo profundas revisiones conceptuales en todos los órdenes y un reordenamiento de prioridades, de roles oficiales, de comportamientos sociales y, sobre todo, el cuestionamiento activo sobre el futuro inmediato que, en algunos casos, ya nos alcanzó.
Hay muchas luchas que dar, salvo el agua nada nos caerá de las nubes, pero la lucha más importante es por la verdad, por lo autentico, digamos, que el pan sea pan y el vino sea vino. Ser realista con convicciones ayudará a no morir ni volverse locos en el intento, se requiere paciencia casi monacal para abrirse paso en este sistema de enajenación, llevará su tiempo ver la luz entre las montañas de los poderes facticos y las rutinas sociales.
La demencial ola de violencia que azota a nuestro país se produce entre instituciones y una sociedad concreta, es posible porque encuentra las condiciones adecuadas para desarrollarse. En este tema como el del queso de la” joya” la bandera de lucha tiene que ser que no nos den “gato por liebre”. Recadito: como desde hace 30 años, vamos con el contingente independiente a la marcha del primero de mayo en Xalapa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario