Por Orlando Segura Hervert.
Desde hace años en el perímetro exterior de los tanques de almacenamiento de PEMEX, en la Barra Norte, habían colocado pinos y árboles como barrera para proteger a las propias instalaciones. En aquellas fechas indicaban los funcionarios, dichas plantaciones también servían para que nadie invadiera tal superficie.
Sin embargo, a decir de varios de los vecinos de esa zona, paulatinamente se han instalado casas, algunas de ellas rudimentarias y otras de concreto, poco a poco van deforestando lo que se suponían era un espacio reservado para la empresa paraestatal.
Lo más grave del asunto es que a esa distancia y en caso de que haya un accidente ó una explosión nadie quedaría vivo, por la cercanía con el combustible de los hidrocarburos que ahí se depositan periódicamente.
La paraestatal nada ha hecho en esos terrenos, y la mancha del hombre está avanzando, ocupando superficies que estaban reservadas para la empresa de todos los mexicanos.
El riesgo es latente, dado que varias de las familias, ocupan las cocinas para preparar los alimentos, es decir, hacen uso de la lumbre y del fuego, luego entonces en cualquier instante se puede dar un incendio y lo que es peor, una explosión de grandes magnitudes.
La isla de los Potreros y los alrededores de las instalaciones de Petróleos Mexicanos, están siendo invadidas por ciudadanos que no saben el peligro al que se exponen.
Algo tendrán que emprender las autoridades de protección civil para frenar la ocupación de tales lugares que por seguridad, deberían estar aislados
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