viernes, 29 de julio de 2011

PULSO CRÍTICO...


José Enrique Olivera Arce
Voto duro Vs. Abstencionismo

Si observamos lo que son hoy los partidos políticos en México resulta más que razonable la reticencia a confiarles nuestro voto en la elección del 2012. El resultado de la elección de gobernador en el estado de México, con un abstencionismo de seis millones de votantes potenciales, habla por sí mismo al mismo tiempo que echa por tierra el optimismo y presunta seguridad del PRI, respecto a su posible triunfo con Enrique Peña Nieto como candidato a la presidencia de la República.

Con todo, el aún gobernador no pudo vencer el rechazo de la mayoría de los votantes en su entidad, luego cabe preguntarse: ¿podrá vencer a nivel nacional la falta de confianza del electorado en los partidos políticos?

La interrogante queda en el aire, más sin embargo es más que obligado el pensar en un escenario para la elección del 2012, en el que el abstencionismo pudiera ser la mejor opción para una ciudadanía desencantada y escéptica.

Al día de hoy puede darse por sentado que el PRI retornará con relativa facilidad a Los Pinos, sin necesidad de imprimir un cambio sustancial a su rostro autoritario ni renunciar a sus prácticas antidemocráticas. Pero no puede hacerse de lado que con su triunfo en la elección presidencial pierde tanto la democracia representativa en México como la propia ciudadanía, frustrada e impotente para modificar la terca realidad.

Por otra parte, no se olvida que el PRI avaló el “haiga sido como haiga sido” del fraude electoral del 2006, facilitando la toma de posesión del que hoy a la luz de la confrontación del 2012, llama presidente espurio. Oportunismo y ausencia de congruencia como instrumentos electorales, tienen un costo político que el tricolor en su momento tendrá que saldar.

De ahí que me parezca inconsecuente la estrategia que el gobierno de Veracruz y su instrumento político satélite, el PRI en la entidad, con fines estrictamente electorales arremeta en contra del gobierno calderonista en el tema, por demás controvertido, del subejercicio de recursos del FONDEN; como si “el gobierno federal” fuera únicamente el Poder Ejecutivo a cargo de Felipe calderón Hinojosa y no los tres Poderes Constitucionales, en los que por cierto el Legislativo, constituido por mayoría priísta, seguramente tiene mucho que decir al respecto.

El priísmo veracruzano se asume como juez y rehúye el de considerarse parte, en tanto ello conviene a sus intereses electorales. Llamándome la atención que el presidente del CDE del tricolor, en su artículo semanal, afirme en referencia al FONDEN: “Si el PAN quiere conservar la Presidencia para continuar con lo que hasta ahora ha sido un desastre de administración, definitivamente esta manipulación aviesa no es la mejor manera de hacerlo, y con ella sólo se evidencia más la certeza de que ya tienen a la vista su derrota. Lo peor, si puede haber algo peor en esto, es que veracruzanos, por el solo hecho de su militancia panista, hagan a un lado su origen y reserven su lealtad y solidaridad para su Partido, negándoselas a sus propios paisanos. Son los mismos a los que veremos el próximo año pidiéndonos el voto para sus candidatos”.

¿Por qué ahora tanta belicosidad? ¿Qué acaso los recursos del FONDEN que se reclaman no corresponden al ejercicio fiscal del 2010? Año en el que precisamente Héctor Yunes Landa fungía como diputado local, sin que conste en el desempeño de su representación popular reclamo alguno al gobierno federal, tanto por la lentitud como por el atraso de las ministraciones autorizadas en beneficio de los afectados por el huracán Karl y la tormenta tropical Matthew. Oportunismo y ausencia de congruencia como constante priísta, que se le revierte al dirigente estatal del PRI, que en su momento reservó su lealtad y solidaridad para con el gobernador en turno, negándosela a sus propios paisanos.

Yunes Landa, habla anticipadamente de la derrota del PAN en el 2012, atribuyéndola de antemano al desastre de la administración de Calderón. Seguramente nadie medianamente informado estaría en desacuerdo con esta percepción de un pésimo desempeño y resultados de la gestión de Felipe Calderón, y más explícitamente de la derecha en el gobierno, pero el ex diputado local subestima la inteligencia de la mayoría de los mexicanos, si piensa que el único factor para inclinar la intención del voto a favor del PRI es el desempeño de la administración federal, hoy en manos del panismo; ignorando en su discurso el peso específico de la descomposición de la vida política del país, atribuible sí a la partidocracia en la que el tricolor de la mano con el PAN hacen cabeza como expresión de la derecha en México.

Deterioro político que arrastra a la economía, lo mismo que al bienestar y seguridad de los mexicanos. No hay partido político que se salve, todos son iguales y su crisis se refleja en su incapacidad para convencer al electorado. En 2012 todos sin excepción nos pedirán refrendemos nuestra confianza en ellos, concurriendo a las urnas y votando a favor de lo que cada uno nos oferte. Demasiado tarde, la confianza está perdida y no hay oferta partidista válida tendiente a recomponer el desastre recuperando el rumbo perdido.

De ahí que para cada instituto político, la estrategia toral gire en torno al llamado “voto duro”, que justifica la existencia misma de los partidos políticos en México. En esta minoría beligerante descansa el triunfo o la derrota electoral. El resto de los votantes potenciales les tiene sin cuidado, voten o no voten, puesto que el abstencionismo les es irrelevante.

En Veracruz el chillido, el reclamo, los dimes y diretes entre diversos actores, justificados o no, en torno al FONDEN, no tiene más objetivo que exacerbar visceralmente a este voto duro priísta o panista en la entidad, calentándolo para el 2012. Cortina de humo también por parte del PRI, tras la que se oculta el temor a la verdad; nadie desea y con mayor razón el gobernador, que antes de la elección presidencial se llegase a saber que el verdadero responsable de la desatención a los afectados por los fenómenos meteorológicos del 2010, es la administración pública estatal en manos del PRI, tanto la inmediata anterior por un presunto desvío de recursos a favor de las campañas políticas del 2010, como la actual por su silencio cómplice.

Verdad que tarde o temprano tendrá que aflorar. Luego no se puede ser más papista que el papa, cuando se tiene la cola sucia.

pulsocritico@gmail.com

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