Luxemburgo. El Tribunal de Justicia Europeo (TJCE) prohibió la venta de miel contaminada con polen del maíz transgénico MON810, variedad que es propiedad de Monsanto, uno de los dos cultivos transgénicos aprobados con fines comerciales en Europa.
La miel es propiedad de un apicultor alemán de Baviera, que ahora no podrá comercializar su producción. Las colmenas del apicultor alemán se encontraban a 500 metros de un campo experimental de maíz transgénico MON810, en tierras del gobierno de Baviera. El maíz MON810 está autorizado para un número limitado de usos alimenticios, con exclusión de polen transgénico en la miel.
La decisión del tribunal europeo confirma las reglas de la Comunidad Europea de cero tolerancia a la contaminación con transgénicos no autorizados. El fallo podría permitir que los apicultores alemanes reclamen una indemnización.
Stefanie Hundsdorfer, asesora de política agrícola de Greenpeace en la Unión Europea dijo: "La sentencia del Tribunal de Justicia pone de relieve cómo la agricultura convencional y la de transgénicos no pueden coexistir. Cuando un cultivo transgénico se desarrolla en campos abiertos, es imposible detener la contaminación. Esto es un escándalo porque no existe en este momento un régimen de responsabilidad para proteger a los apicultores y agricultores afectados por los cultivos transgénicos. Monsanto debe responsabilizarse totalmente de esta contaminación genética y compensar a cualquier apicultor afectado".
En Europa, el MON810 se cultiva principalmente en España y, en mucha menor medida, en Portugal, la República Checa, Polonia, Eslovaquia y Rumania.
“Resulta inaudito que a pesar de los problemas que los cultivos transgénicos están generando en los países que los han autorizado, el gobierno mexicano siga permitiendo la experimentación a campo abierto en nuestro país. Hasta este momento la Secretaría de Agricultura y la Secretaría de Medio Ambiente han otorgado 71 permisos para siembras experimentales, de las cuales 10 corresponden al maíz transgénico MON810 en cuestión”, informó Aleira Lara, coordinadora de agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace México.
“La experimentación a campo abierto en nuestro país únicamente busca probar resistencia a insectos y a herbicidas, no el flujo génico que inminentemente contaminará cultivos de maíz nativo, así como la producción de miel, perjudicando tanto a productores como a consumidores por tratarse de organismos que no han sido correctamente evaluados y que no se han descartado afectaciones para la salud humana. Es urgente que las autoridades reinstalen la moratoria a cultivos de maíz transgénico, tal como lo ha recomendado el Relator Especial de Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación, Olivier De Shutter”, demandó Lara.
Fuente: Greenpeace...
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