Por Orlando Segura Hervert…
Obligados por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el Partido de la Revolución Democrática, designará éste sábado 15 de octubre a su presidente y secretario general a nivel estatal, con ello, los consejeros darán cumplimiento a la decisión mandatada por el órgano, quien sancionó y estipuló cumplir con el procedimiento democrático señalado en los estatutos del sol azteca.
Pero a decir de los propios perredistas, la cosa no cambiará mucho porque el instituto en cuestión se ha vuelto una organización partidaria burocrática, al servicio del mejor postor, con intereses puestos en el aspecto monetario, cuestión que los ha reducido a una mera presencia testimonial, dado que no juegan a ser oposición, por el contrario, solo simulan defender las causas del pueblo y en el peor de los caso, se han alejado de la lucha popular y de las causas sociales, todo ello, mermó considerablemente el prestigio de un partido que nació fuerte en 1989, pero que las 2 décadas de existencia, las luchas intestinas, las confrontaciones estériles, los han debilitado enormemente, convirtiéndolo en un simple cascarón.
Los números hablan por sí solo, en el 2006, alcanzaron más de un millón de votos y 5 años después, obtuvieron un aproximado de 200 mil sufragios, nadie en sus justos términos, puede presumir de logros históricos ni triunfos holgados, el PRD se debate entre las derrotas y descalabros, atrás quedaron los triunfos.
Los entrevistados señalaron que por lo menos en Tuxpan y el distrito electoral, no hay antecedentes de los consejeros, tampoco saben quienes aspiran a ocupar el liderazgo del perredismo veracruzano, por lo tanto, la elección recaerá en los mismos de siempre, en dicho evento no se esperan grandes modificaciones en la actuación del perderé que alguna vez fue ganaré.
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