Por Orlando Segura Hervert
Este lunes los bancos amanecieron cerrados y no brindaron servicio al público, así otras instituciones también les indicaron que dado que el 5 de febrero había caído en domingo, el lunes no se presentaran a trabajar, los hoteles, restaurantes y prestadores de servicio aprovecharon la afluencia turística, debido al el puente turístico que desde la federación se decretó con tiempo, conforme al calendario nacional de actividades.
Sin embargo, la dirección de educación y cultura, así como la regiduría del ramo, no hicieron absolutamente nada, ó por lo menos, nadie se enteró de la conmemoración cívica de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, esa que rige los derechos y obligaciones de quienes habitan éste país.
Un documento histórico en donde están contempladas las leyes que norman el aspecto jurídico.
El pecado del olvido es cosa minuta dicen algunos, los pocos que observaron que en esta fecha histórica no se acordaron de los próceres que legaron algo así como 136 artículos y otros tantos transitorios e infinidad de reformas. Afirmaron que la cosa no pasó a mayores, porque hay una gran población que desconoce quienes se partieron la mandarina en gajos para heredarnos un documento en la que están plasmada infinidad de conquistas sociales, el derecho a la vivienda digna, la salud, toda una argumentación relativa a la materia laboral, la relación de la iglesia y el estado, etc.
Desde hace años, el civismo dejó de ser materia viva y se convirtió en punto muerto, y ahora tenemos una generación que no sabe ni conoce ni hace esfuerzos por saber que se festeja, conmemora ó celebra.
No olvidar que somos producto de lo que nos inculcan en los hogares, en las escuelas, los principios y valores se moldean desde la niñez y quienes están al frente de grupo, impartiendo clases, juegan un papel importante en la formación integral de la niñez, la juventud, mismos que en la edad adulta reproducirán lo que alguna vez observaron en las aulas del nivel prescolar.
Este lunes los bancos amanecieron cerrados y no brindaron servicio al público, así otras instituciones también les indicaron que dado que el 5 de febrero había caído en domingo, el lunes no se presentaran a trabajar, los hoteles, restaurantes y prestadores de servicio aprovecharon la afluencia turística, debido al el puente turístico que desde la federación se decretó con tiempo, conforme al calendario nacional de actividades.
Sin embargo, la dirección de educación y cultura, así como la regiduría del ramo, no hicieron absolutamente nada, ó por lo menos, nadie se enteró de la conmemoración cívica de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, esa que rige los derechos y obligaciones de quienes habitan éste país.
Un documento histórico en donde están contempladas las leyes que norman el aspecto jurídico.
El pecado del olvido es cosa minuta dicen algunos, los pocos que observaron que en esta fecha histórica no se acordaron de los próceres que legaron algo así como 136 artículos y otros tantos transitorios e infinidad de reformas. Afirmaron que la cosa no pasó a mayores, porque hay una gran población que desconoce quienes se partieron la mandarina en gajos para heredarnos un documento en la que están plasmada infinidad de conquistas sociales, el derecho a la vivienda digna, la salud, toda una argumentación relativa a la materia laboral, la relación de la iglesia y el estado, etc.
Desde hace años, el civismo dejó de ser materia viva y se convirtió en punto muerto, y ahora tenemos una generación que no sabe ni conoce ni hace esfuerzos por saber que se festeja, conmemora ó celebra.
No olvidar que somos producto de lo que nos inculcan en los hogares, en las escuelas, los principios y valores se moldean desde la niñez y quienes están al frente de grupo, impartiendo clases, juegan un papel importante en la formación integral de la niñez, la juventud, mismos que en la edad adulta reproducirán lo que alguna vez observaron en las aulas del nivel prescolar.
Brevemente hicimos un sondeo entre los habitantes, acerca de que se celebraba el pasado domingo, pocos recordaron, las respuestas sonaron a gracia: hay que chelear, pasarla con la familia, jugar futbol, ir a misa, estar “ empiernados”…
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