domingo, 29 de abril de 2012

LOS PERIODISTAS CLAMAN JUSTICIA…

Por Isael Petronio Cantú Nájera

Debo estarme volviendo viejo, llorón, sensible, pero me levanté mirando la salida del sol y tratando de percibir alguna esperanza en el horizonte, que me indicara que es posible vivir en paz, con justicia, con dignidad, con gran respeto y amor por el prójimo... lo siento... la muerte de Regina me ha dejado sin aliento, apenas hace tres días platicaba con ella y la despedía pidiéndole que se cuidara.

Pero también hace muchos años conocí a Gina Domínguez, hoy ya no la conozco, es la poderosa mujer que controla la información del gobierno de Duarte... aquella Gina venía de la península de Yucatán y pudo encontrar trabajo en el PRD, cuando Domingo Alberto era el presidente del partido, para ella, lo peor y lleno de corrupción era el PRI, ahora, las mieles del poder, no permiten sentir el amargo sabor de esa corrupción.

Con sus diferencias, Gina y Regina, destacaron en el periodismo: Gina gravitando hacia el poder y Regina perenne en su búsqueda por la verdad y la justicia, nunca fue perredista, pero sí una izquierdista convencida.

Gina declaró ayer escuetamente sobre el brutal asesinato de Regina, nada más, como si de otro asesinato se tratara; como si ya no tuviéramos ningún sentimiento para asombrarnos. Yo lo entiendo, Regina era la periodista incómoda del régimen, pero esa actitud complaciente se vuelve francamente cómplice.

El gobierno, así lo dicen los tratados internacionales, es decir, Gina y el gobernador Duarte, están obligados a proteger a todos los periodistas y en este caso: a atrapar a los culpables y aplicarles todo el peso de la ley. No pueden estar felices porque algún esbirro asesinó a una periodista y con ello, les quitó una pluma crítica, incómoda, porque, insisto: eso es complicidad.

¡Ojalá pudiéramos manifestarnos el lunes 30 a las once exigiendo un fiscal especial para investigar la muerte de nuestra querida compañera Regina Martínez, yo estaré en la plaza Lerdo!
Saludos, tristes y a la vez encabronados.

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