miércoles, 30 de mayo de 2012

EXPEDIENTE 2012...

Escenarios

Luis Velázquez
I
Entre el PRI nacional y el de Veracruz pareciera que unos cables están cortados.

Por ejemplo.
A la mitad de la campaña presidencial y del Congreso de la Unión, la mayor parte de los operadores y delegados del partido tricolor andan a la quinta pregunta.

Simple y llanamente, sin viáticos para cubrir necesidades básicas como hospedaje, alimentación, gasolina y casetas.

Pero además, sin recursos para apoyar a la militancia partidista ni tampoco para amacizar el voto duro.

Todo mundo ha sido enviado a la guerra sin fusil y así trabajan a un paso de la derrota en las urnas.

Y más, porque en las filas panistas hay dinero suficiente.

Y porque, más aún, los programas federales, el más discutido, Oportunidades, están bajando con prontitud.

Todavía peor.

El CDE del PRI habilitó, digamos, a operadores, y les han advertido que si trabajan en el gobierno próspero, ni hablar, le pongan de su bolsillo a las campañas… para conservar la chamba.

Por eso es, entre otras razones, que en el búnker nacional del partido tricolor sienten y presienten que Enrique Peña Nieto perdería Veracruz.

II
Resulta inexplicable la miseria y la pobreza con que se manejan los delegados del partido tricolor en cada distrito, municipio, colonia, comité seccional, etcétera.

Uno. Si con Enrique Peña Nieto el partido rojo se mantiene como puntero para Los Pinos, constituye un acertijo explicarse las razones por las cuales los delegados priistas han sido enviados a la guerra sin artillería.

Dos. Más inverosímil constituye sentar como hipótesis que Peña Nieto se lanzó a la campaña sin fondos suficientes para sus operadores de norte a sur del país.

Tres. Por el contrario, se cree que en el búnker de Peña Nieto y/o del CEN del PRI ha emanado el billete para la campaña, y/o en todo caso, alguien lo estaría desviando. Mejor dicho, ordeñado.


Cuatro. Si Peña Nieto y asesores delegaron el financiamiento en los gobernadores priistas, entonces, y como en el caso Veracruz, el jefe del Poder Ejecutivo estaría quedando mal con el candidato presidencial.

Cinco. La población electoral lo sabe. Felipe Calderón apoya con todo a su candidata, Josefina Vázquez Mota.

Y cada gobernador priista a sus candidatos.

En ambas partes, por arriba y por debajo de las cañerías limpias y sucias.

Alguien, en un lugar, estaría ‘’metiendo la mano al cajón’’.

III

Más ahora, como en Veracruz, donde los jefes máximos y el partido tricolor tienen delegados especiales por todos lados.

Por ejemplo, en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, el exalcalde de Orizaba, Armando Ruiz Ochoa, se presenta como delegado del CEN del PRI.

Y resulta que se ha preguntado al primero y el segundo y el tercer círculo del poder de los candidatos y el partido y nadie lo conoce.

Pero él, no obstante, se pasea como tal.

Sabrá Dios…

De cualquier manera, las órdenes y las acciones se duplican y multiplican, y por tanto, el número de delegados se excede con demasiados mandos.

Y por tanto, si todos mandan… nadie obedece.

IV

Otro delegado, por ejemplo, llegó al distrito con ínfulas de jefe máximo a dar órdenes.

La militancia, los encargados electorales del distrito, lo escucharon en silencio.

Al último le dijeron:

‘’Eso que usted está diciendo lo hicimos desde hace un mes. Aquí, necesitamos dinero’’.

El delegado reviró de la siguiente manera:

‘’Yo, del dinero, no me encargo’’.

Y ni modo, la reunión tronó.

V
Primera hipótesis: El búnker de Peña Nieto cerró el grifo a Veracruz y el dinero se ha desviado a otras entidades con más posibilidades de ganar.

Segunda hipótesis: La gente de Peña Nieto envió el recurso para operar y caminó pa’otro lado.

Tercera hipótesis: El dinero de Peña Nieto llegó a Veracruz, pero lo están dando en gotitas y a uno que otro.

Cuarta hipótesis: El objetivo en el Veracruz priista es tronar al candidato presidencial.

Quinta hipótesis: En el Veracruz priista estarían operando a favor de un aspirante presidencial de la oposición. Digamos, el candidato de la república amorosa.
VI
Semanas anteriores en la revista Proceso publicaron un reportaje donde asientan que en el búnker de Peña Nieto dan como perdida la elección en cinco estados, entre ellos, Veracruz.

Primer escenario: Si así fuera, y no obstante Peña Nieto ganara en el resto del país, entonces, mal irá a la elite tricolor de Veracruz.

Segundo escenario: Si Peña Nieto perdiera Los Pinos en las urnas del país, la cúpula tricolor estaría salvada. En automático.

Tercer escenario: Si Veracruz diera la sorpresa en número de sufragios a Peña Nieto, Veracruz se treparía en la ola de la cresta sexenal.

Incluso, el góber de la Complutense seguiría los pasos de Fernando Gutiérrez Barrios, Adolfo Ruiz Cortines, Miguel Alemán Valdés y el general Heriberto Jara, pasando al gabinete federal.

Cuarto escenario: ¡Ay si Peña Nieto pierde Veracruz y gana en el resto del país! El góber sería enviado a las Islas Fiji de Embajador.

Por eso, y si es cierto lo afirmado por Giovanni Sartori de que en política gana el candidato con dinero, el billete necesita fluir a los delegados lo más pronto posible.

Sólo faltan 32 días para el cierre de la campaña…

Fuente:www.blog.expediente.mx

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