ENVIADO A VAXTUXPAN...
El escándalo de Televisa-EPN
Por Dip. Laura Itzel Castillo Juárez...
Definitivamente la estrategia que diseñó el emporio Televisa para fabricar al personaje que impondría como Presidente de la República, fracasó. La aparente abulia que quisieron imprimirle al proceso electoral y la sensación de conformismo, les reventó. Ahora, ni las encuestas copeteadas, ni la manipulación mediática, ni las maniobras para dividir a los jóvenes podrán revertir el despertar democrático de México.
Incluso, cada día que pasa, se comprueba con mayores elementos que en nuestro dolido país, algunos medios de comunicación, especialmente las televisoras, han jugado un papel contrario a los intereses nacionales y trastocado el orden democrático impunemente.
Como ya es sabido, el prestigiado periódico británico The Guardian dio a conocer el pasado jueves 7 de junio que Televisa pactó con Peña Nieto y Vicente Fox en el 2005 un proyecto de asesoría y venta de publicidad, que incluía noticias, entrevistas y programas, todos ellos manejados tendenciosamente.
Según la investigación periodística, el paquete consistió en: por un lado promover la imagen del entonces gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, y por otro atacar la figura de Andrés Manuel López Obrador.
Así fue como a través de las empresas marketing “Radar Servicios Especializados” y “TV Promo”, creadas por Alejandro Quintero Íñiguez, vicepresidente del Corporativo de Comercialización de Televisa, se echó a andar el plan.
Evidentemente que nada es gratuito, el ex presidente Vicente Fox entregó 60 millones de pesos, solamente para denostar al líder de izquierda y aspirante a la Presidencia de la República: López Obrador. Por su parte el gobierno del estado de México pagó alrededor de 750 millones de pesos para el plan integral.
Jo Tuckman, corresponsal de The Guardian, contó con documentos filtrados electrónicamente, que confirman lo que desde hace siete años se había denunciado desde la revista Proceso, por el valiente periodista Jenaro Villamil.
A 15 días de que culmine el proceso electoral, es de vital importancia desenmascarar la forma de hacer política de la empresa televisora. Emilio Azcárraga, como muchos poderosos, vive lujosamente en el extranjero y poco le importa la situación por la que atraviesa el pueblo de México. Para él, la pobreza y la ignorancia representan su mejor nicho de mercado. A eso se debe el trato preferencial a Peña Nieto, quien a pesar del curso intensivo de actuación, no pudo memorizar bien su libreto, en el pasado debate entre los candidatos. Fue más que evidente la ausencia del teleprompter.
La sociedad mexicana tiene derecho a saber la verdad. Nuestro país merece un mejor destino. Andrés Manuel López Obrador representa la esperanza para millones de mexicanos y es quien puede garantizar una patria, libre, justa, democrática y soberana.
Definitivamente la estrategia que diseñó el emporio Televisa para fabricar al personaje que impondría como Presidente de la República, fracasó. La aparente abulia que quisieron imprimirle al proceso electoral y la sensación de conformismo, les reventó. Ahora, ni las encuestas copeteadas, ni la manipulación mediática, ni las maniobras para dividir a los jóvenes podrán revertir el despertar democrático de México.
Incluso, cada día que pasa, se comprueba con mayores elementos que en nuestro dolido país, algunos medios de comunicación, especialmente las televisoras, han jugado un papel contrario a los intereses nacionales y trastocado el orden democrático impunemente.
Como ya es sabido, el prestigiado periódico británico The Guardian dio a conocer el pasado jueves 7 de junio que Televisa pactó con Peña Nieto y Vicente Fox en el 2005 un proyecto de asesoría y venta de publicidad, que incluía noticias, entrevistas y programas, todos ellos manejados tendenciosamente.
Según la investigación periodística, el paquete consistió en: por un lado promover la imagen del entonces gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, y por otro atacar la figura de Andrés Manuel López Obrador.
Así fue como a través de las empresas marketing “Radar Servicios Especializados” y “TV Promo”, creadas por Alejandro Quintero Íñiguez, vicepresidente del Corporativo de Comercialización de Televisa, se echó a andar el plan.
Evidentemente que nada es gratuito, el ex presidente Vicente Fox entregó 60 millones de pesos, solamente para denostar al líder de izquierda y aspirante a la Presidencia de la República: López Obrador. Por su parte el gobierno del estado de México pagó alrededor de 750 millones de pesos para el plan integral.
Jo Tuckman, corresponsal de The Guardian, contó con documentos filtrados electrónicamente, que confirman lo que desde hace siete años se había denunciado desde la revista Proceso, por el valiente periodista Jenaro Villamil.
A 15 días de que culmine el proceso electoral, es de vital importancia desenmascarar la forma de hacer política de la empresa televisora. Emilio Azcárraga, como muchos poderosos, vive lujosamente en el extranjero y poco le importa la situación por la que atraviesa el pueblo de México. Para él, la pobreza y la ignorancia representan su mejor nicho de mercado. A eso se debe el trato preferencial a Peña Nieto, quien a pesar del curso intensivo de actuación, no pudo memorizar bien su libreto, en el pasado debate entre los candidatos. Fue más que evidente la ausencia del teleprompter.
La sociedad mexicana tiene derecho a saber la verdad. Nuestro país merece un mejor destino. Andrés Manuel López Obrador representa la esperanza para millones de mexicanos y es quien puede garantizar una patria, libre, justa, democrática y soberana.
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