“Las condiciones para llegar al Ártico son más difíciles que llegar a la Luna”
reconoce Shell México, pero opta por el riesgo ambiental y el despilfarro
Sak, nuestro acongojado oso polar, no tiene un pelo de tonto, es muy perspicaz, se ha instruido ampliamente en el tema de energías alternativas, limpias, sustentables y seguras para mantener a salvo su único hogar, el Ártico y con carácter decidido acudió este martes a las oficinas de Shell en México para meter en razón a los directivos del corporativo.
En su cruzada polar, Sak no está solo: ambientalistas, voluntarios y ciudadanos le acompañan con entusiasmo. Dirigiendo a una multitud deseosa de salvar el Ártico, Sak arribó tenaz al edificio de Shell aferrando con optimismo un letrero que exige: Stop Shell.
De inmediato, la camarilla desplegó una manta con la misma solicitud, repartieron información al personal que entraba al inmueble y al lado del acceso principal colocaron un oso polar inflable. Para que los empleados de Shell, los transeúntes y uno que otro curioso tengan presentes que el Polo Norte es de quien lo habita, es decir, del oso polar, zorros, morsas, aves, arrecifes, peces y, dicho sea de paso, que todos ellos están muy bien sin buques petroleros, embarcaciones pesqueras y empresarios metiches.
Poco después, la coordinadora de la campaña de Energía y Cambio climático de Greenpeace en México, Beatriz Olivera y el oso Sak fueron recibidos por la Presidenta y Directora General de Shell en México, Marta G. Jara Otero, para conversar sobre los avances de la petrolera en el frágil sistema ártico.
La corporación internacional sostuvo su postura respecto a continuar su avance a la prístina región, que ellos identifican sólo como una reserva mundial de hidrocarburos. Aseguraron estar abiertos al diálogo, no obstante, declinaron aceptar válidos los argumentos de Greenpeace sobre riesgo ambiental, desastre petrolero así como la disyuntiva de energías limpias, sustentables y seguras.
Un derrame de petróleo en el Ártico sería catastrófico para la vida silvestre, para las morsas y ballenas. Shell sabe muy bien que sería imposible de limpiar después de tanta devastación. El Ártico debe ser protegido y declarado un santuario global, donde esté prohibida la extracción de hidrocarburos. Por ello, hoy le exigimos a Shell que salga del Ártico.
La representante de Shell México reconoció: “Las condiciones para llegar al Ártico son más difíciles que llegar a la Luna”, sin embargo, afirmó que continuarán con su programa de exploración y explotación petrolera.
Si para Shell llegar a la Luna resulta un objetivo más fácil de conquistar que adentrarse en el Ártico, infinitamente más asequible y realizable sería optar por invertir y producir energía a partir de energías limpias, sustentables y seguras, como el viento. Para aprovechar la fuerza del aire, la potencia del agua y el calor del Sol no es necesario ir a la Luna, tampoco al Ártico. Están aquí en la Tierra, disponibles en abundancia en los cinco continentes.
Afligido por la insensata respuesta de Shell, Sak anunció que él y la comitiva de osos polares que han arribado a otros países continuarán su cruzada mundial contra la petrolera y su reciente envío de dos barcos de perforación - el Kulluk y el Noble Discoverer-, para que exploren la región de Beaufort, Alaska y los mares de Chukchi en busca de yacimientos de hidrocarburos. A esta premura fiebre del petróleo, también se ha sumado el gigante ruso Gazprom, que arribará este año a las aguas árticas libres de hielo.
Los que deseen apoyar a Sak, estén pendientes de su visita a la ciudad de Guanajuato en los siguientes días.
Fuente: Greenpeace...
En su cruzada polar, Sak no está solo: ambientalistas, voluntarios y ciudadanos le acompañan con entusiasmo. Dirigiendo a una multitud deseosa de salvar el Ártico, Sak arribó tenaz al edificio de Shell aferrando con optimismo un letrero que exige: Stop Shell.
De inmediato, la camarilla desplegó una manta con la misma solicitud, repartieron información al personal que entraba al inmueble y al lado del acceso principal colocaron un oso polar inflable. Para que los empleados de Shell, los transeúntes y uno que otro curioso tengan presentes que el Polo Norte es de quien lo habita, es decir, del oso polar, zorros, morsas, aves, arrecifes, peces y, dicho sea de paso, que todos ellos están muy bien sin buques petroleros, embarcaciones pesqueras y empresarios metiches.
Poco después, la coordinadora de la campaña de Energía y Cambio climático de Greenpeace en México, Beatriz Olivera y el oso Sak fueron recibidos por la Presidenta y Directora General de Shell en México, Marta G. Jara Otero, para conversar sobre los avances de la petrolera en el frágil sistema ártico.
La corporación internacional sostuvo su postura respecto a continuar su avance a la prístina región, que ellos identifican sólo como una reserva mundial de hidrocarburos. Aseguraron estar abiertos al diálogo, no obstante, declinaron aceptar válidos los argumentos de Greenpeace sobre riesgo ambiental, desastre petrolero así como la disyuntiva de energías limpias, sustentables y seguras.
Un derrame de petróleo en el Ártico sería catastrófico para la vida silvestre, para las morsas y ballenas. Shell sabe muy bien que sería imposible de limpiar después de tanta devastación. El Ártico debe ser protegido y declarado un santuario global, donde esté prohibida la extracción de hidrocarburos. Por ello, hoy le exigimos a Shell que salga del Ártico.
La representante de Shell México reconoció: “Las condiciones para llegar al Ártico son más difíciles que llegar a la Luna”, sin embargo, afirmó que continuarán con su programa de exploración y explotación petrolera.
Si para Shell llegar a la Luna resulta un objetivo más fácil de conquistar que adentrarse en el Ártico, infinitamente más asequible y realizable sería optar por invertir y producir energía a partir de energías limpias, sustentables y seguras, como el viento. Para aprovechar la fuerza del aire, la potencia del agua y el calor del Sol no es necesario ir a la Luna, tampoco al Ártico. Están aquí en la Tierra, disponibles en abundancia en los cinco continentes.
Afligido por la insensata respuesta de Shell, Sak anunció que él y la comitiva de osos polares que han arribado a otros países continuarán su cruzada mundial contra la petrolera y su reciente envío de dos barcos de perforación - el Kulluk y el Noble Discoverer-, para que exploren la región de Beaufort, Alaska y los mares de Chukchi en busca de yacimientos de hidrocarburos. A esta premura fiebre del petróleo, también se ha sumado el gigante ruso Gazprom, que arribará este año a las aguas árticas libres de hielo.
Los que deseen apoyar a Sak, estén pendientes de su visita a la ciudad de Guanajuato en los siguientes días.
Fuente: Greenpeace...
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