Regreso de la presidencia imperial
Luis Velázquez
Enrique Peña Nieto trae a la clase política en estado cardiaco.
Apenas trascendió que la Secretaría de Hacienda movió el piso al profe Humberto Moreira como gobernador de Coahuila con una deuda millonaria, cobrada con documentos apócrifos, de inmediato, ni modo, lo tumbó del CEN del PRI y lo exilió en su estado.
Apenas se supo en México que el exgobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, estaba arrestado en su domicilio en Estados Unidos por ligas y negocitos con los carteles, ordenó su expulsión del PRI.
Apenas quisieron moverse los exgobernadores de Oaxaca, Ulises Ruiz, y Puebla, Mario Marín, y los regresó a sus guaridas.
Para acabar pronto: Con su visto bueno, la reforma laboral de Felipe Calderón está a punto de ser aprobada con una negociación: los priistas aprobaron fast track el articulado del presidente y los panistas aceptaron eximir de la rendición de cuentas a los líderes sindicales, todos afiliados en el partido tricolor.
Pero además, su búnker ha anunciado la reforma energética, luego que el Congreso de la Unión apruebe el presupuesto para el año entrante.
Y después está lista la reforma fiscal.
Y luego, la reforma educativa.
Y por lo pronto, regresó de su periplo en una parte de América Latina y ha viajado a Europa en el avión presidencial comprado por Felipe Calderón, uno de los más modernos del planeta.
Y por si fuera poco, una parte de Los Pinos ha sido desalojado por Calderón y familia para que los arquitectos de Peña Nieto le echen mano a la remodelación a su gusto y al gusto de “La gaviota”.
Por eso, ninguna duda existe, y como dice el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica, que con Peña Nieto regresara la presidencia imperial y faraónica, la de aquellos tiempos del derroche.
MANOTAZO DE PEÑA NIETO
En diciembre del año 2012 y enero del 2013, los nuevos inquilinos de Los Pinos actuarían de la siguiente manera: desde la Secretaría de Gobernación serán llamados al edificio de Bucareli todos y cada uno de los gobernadores priistas.
Y el titular les leerá la cartilla: a) Una bitácora de los conflictos sociales y políticos en cada entidad federativa.
b) El plazo de unas semanas, tres, cuatro quizá, para resolver los pendientes.
c) Si algún góber priista se inconforma, ni hablar, será relevado en poco tiempo, reproduciendo la misma estrategia de Carlos Salinas de Gortari, quien sustituyera por sus pistolas a 17 gobernadores del país, a algunos de los cuales envió a las islas Fiji de embajador plenipotenciario.
d) Peña Nieto mostrará el puño para poner orden en las entidades federativas gobernadas por tricolores y quienes han convertido en feudo sus estados como si fueran los nuevos virreyes.
El único virrey a partir de diciembre será Peña Nieto.
e) Peña Nieto ejercerá el poder con tres ejes rectores de la historia: el primero, el estilo personal de ejercer el poder y gobernar del presidente Alvaro Obregón, en cuya praxis basará su tesis profesional como licenciado en derecho.
El segundo, Adolfo López Mateos, el primer presidente de la República originario de Atlacomulco, estado de México, y otro de sus héroes patrios.
Así, el presidente electo preguntará cada mañana, antes de llegar a palacio, la misma interrogante que hacía López Mateos en su tiempo: ‘’¿Qué me toca hoy, viajes o viejas?’’.
Y más si se considera que Peña Nieto ha confesado que su única debilidad, ni hablar, alguna ha de tener, son las mujeres.
Y el tercer gurú es Carlos Salinas de Gortari, dos de cuyos asesores son, además, su equipo fuerte, a saber: Pedro Aspe Armella y José Córdoba Montoya.
OPERADORES DE PEÑA NIETO
Lea usted, además, otros hechos, como por ejemplo, el activismo de Peña Nieto.
Mientras los días que corren pudieran entregarles de tiempo completo a definir las primeras acciones del sexenio, integrar el gabinete, se lanza a periplos en América Latina y Europa.
Más aún, cuando todavía faltan el resto de octubre y el mes de noviembre para que Felipe Calderón entregue Los Pinos, Peña Nieto le ha quitado la pasarela y los titulares.
Y se ha adueñado de la agenda parlamentaria en el Congreso federal.
Y es que los tiempos en política son sagrados. Hay un tiempo para terminar. Otro para irse. Otro para llegar. Y Peña Nieto parece tener prisa y urgencia.
Por eso mismo, los gobernadores priistas incapaces de lograr un buen gobierno, ordenar las pasiones políticas, fijar la agenda pública en sus estados, mantener un territorio en paz y tranquilidades, etcétera, necesitan poner sus barbas a remojar.
Luis Videgaray, uno de los políticos más cercanos al presidente electo, tiene cara de hombre de acero.
La fama de puño firme de Jesús Murillo Karam está fuera de duda.
Miguel Ángel Osorio Chong suele aplicar la barredora con mano suave.
Manlio Fabio Beltrones heredó de Fernando Gutiérrez Barrios la habilidad para moverse en las sombras.
Peña Nieto viaja por el mundo. Y delega a su equipo el plan sexenal. Eso significa, además, la confianza en ellos. Ellos, pues, operarán el juego limpio y sucio en los próximos seis años. Peña Nieto será un Ken en Los Pinos.
POSDATA: Más información en el blog.expediente.mx
Luis Velázquez
Enrique Peña Nieto trae a la clase política en estado cardiaco.
Apenas trascendió que la Secretaría de Hacienda movió el piso al profe Humberto Moreira como gobernador de Coahuila con una deuda millonaria, cobrada con documentos apócrifos, de inmediato, ni modo, lo tumbó del CEN del PRI y lo exilió en su estado.
Apenas se supo en México que el exgobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, estaba arrestado en su domicilio en Estados Unidos por ligas y negocitos con los carteles, ordenó su expulsión del PRI.
Apenas quisieron moverse los exgobernadores de Oaxaca, Ulises Ruiz, y Puebla, Mario Marín, y los regresó a sus guaridas.
Para acabar pronto: Con su visto bueno, la reforma laboral de Felipe Calderón está a punto de ser aprobada con una negociación: los priistas aprobaron fast track el articulado del presidente y los panistas aceptaron eximir de la rendición de cuentas a los líderes sindicales, todos afiliados en el partido tricolor.
Pero además, su búnker ha anunciado la reforma energética, luego que el Congreso de la Unión apruebe el presupuesto para el año entrante.
Y después está lista la reforma fiscal.
Y luego, la reforma educativa.
Y por lo pronto, regresó de su periplo en una parte de América Latina y ha viajado a Europa en el avión presidencial comprado por Felipe Calderón, uno de los más modernos del planeta.
Y por si fuera poco, una parte de Los Pinos ha sido desalojado por Calderón y familia para que los arquitectos de Peña Nieto le echen mano a la remodelación a su gusto y al gusto de “La gaviota”.
Por eso, ninguna duda existe, y como dice el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica, que con Peña Nieto regresara la presidencia imperial y faraónica, la de aquellos tiempos del derroche.
MANOTAZO DE PEÑA NIETO
En diciembre del año 2012 y enero del 2013, los nuevos inquilinos de Los Pinos actuarían de la siguiente manera: desde la Secretaría de Gobernación serán llamados al edificio de Bucareli todos y cada uno de los gobernadores priistas.
Y el titular les leerá la cartilla: a) Una bitácora de los conflictos sociales y políticos en cada entidad federativa.
b) El plazo de unas semanas, tres, cuatro quizá, para resolver los pendientes.
c) Si algún góber priista se inconforma, ni hablar, será relevado en poco tiempo, reproduciendo la misma estrategia de Carlos Salinas de Gortari, quien sustituyera por sus pistolas a 17 gobernadores del país, a algunos de los cuales envió a las islas Fiji de embajador plenipotenciario.
d) Peña Nieto mostrará el puño para poner orden en las entidades federativas gobernadas por tricolores y quienes han convertido en feudo sus estados como si fueran los nuevos virreyes.
El único virrey a partir de diciembre será Peña Nieto.
e) Peña Nieto ejercerá el poder con tres ejes rectores de la historia: el primero, el estilo personal de ejercer el poder y gobernar del presidente Alvaro Obregón, en cuya praxis basará su tesis profesional como licenciado en derecho.
El segundo, Adolfo López Mateos, el primer presidente de la República originario de Atlacomulco, estado de México, y otro de sus héroes patrios.
Así, el presidente electo preguntará cada mañana, antes de llegar a palacio, la misma interrogante que hacía López Mateos en su tiempo: ‘’¿Qué me toca hoy, viajes o viejas?’’.
Y más si se considera que Peña Nieto ha confesado que su única debilidad, ni hablar, alguna ha de tener, son las mujeres.
Y el tercer gurú es Carlos Salinas de Gortari, dos de cuyos asesores son, además, su equipo fuerte, a saber: Pedro Aspe Armella y José Córdoba Montoya.
OPERADORES DE PEÑA NIETO
Lea usted, además, otros hechos, como por ejemplo, el activismo de Peña Nieto.
Mientras los días que corren pudieran entregarles de tiempo completo a definir las primeras acciones del sexenio, integrar el gabinete, se lanza a periplos en América Latina y Europa.
Más aún, cuando todavía faltan el resto de octubre y el mes de noviembre para que Felipe Calderón entregue Los Pinos, Peña Nieto le ha quitado la pasarela y los titulares.
Y se ha adueñado de la agenda parlamentaria en el Congreso federal.
Y es que los tiempos en política son sagrados. Hay un tiempo para terminar. Otro para irse. Otro para llegar. Y Peña Nieto parece tener prisa y urgencia.
Por eso mismo, los gobernadores priistas incapaces de lograr un buen gobierno, ordenar las pasiones políticas, fijar la agenda pública en sus estados, mantener un territorio en paz y tranquilidades, etcétera, necesitan poner sus barbas a remojar.
Luis Videgaray, uno de los políticos más cercanos al presidente electo, tiene cara de hombre de acero.
La fama de puño firme de Jesús Murillo Karam está fuera de duda.
Miguel Ángel Osorio Chong suele aplicar la barredora con mano suave.
Manlio Fabio Beltrones heredó de Fernando Gutiérrez Barrios la habilidad para moverse en las sombras.
Peña Nieto viaja por el mundo. Y delega a su equipo el plan sexenal. Eso significa, además, la confianza en ellos. Ellos, pues, operarán el juego limpio y sucio en los próximos seis años. Peña Nieto será un Ken en Los Pinos.
POSDATA: Más información en el blog.expediente.mx
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