viernes, 7 de diciembre de 2012

PACTO POR ¿MÉXICO?

Uriel Flores Aguayo
 Diputado Federal...
En sorpresivo y audaz movimiento Peña Nieto, logró sentar a los tres principales partidos políticos de México, en torno a una mesa común donde fue firmado un enorme listado de propuestas y propósitos de políticas publicas y reformas legales; a esa medida se le denominó " pacto por México". Ese tipo de iniciativas tienen su historia en nuestro país, algunos antecedentes incluyen a López Portillo, pero sobre todo vienen de Ávila Camacho; es una idea de "unidad nacional", lo que eso signifique. La incógnita que representa Peña Nieto, por la construcción mediática de su candidatura y la forma abusiva de su campaña, se empieza a develar, por lo menos en el papel. En dicho pacto hay de todo, incluye facultades del ejecutivo que son de aplicación normal y muchos de sus puntos dependen de una reforma hacendaria; de lo de fondo, lo que tiene que ver con lo que el secretario de Gobernación definió como poderes facticos hay muchas dudas y sospechas, si van en línea de disminuir a los monopolios y a la concentración del dinero tendrán que demostrarlo con hechos y medidas drásticas. En un país con la política y políticos que tenemos, tradicionales y antidemocráticos, es algo difícil creer en la buena fe y la buena voluntad de los hombres del poder (reforma laboral, por ejemplo), incluso se puede observar un margen pequeño real de acción, no es lo mismo deshacerse de la señora Gordillo, que chocar con los intereses facticos de Slim y el duopolio televisivo.

Si no pasa nada u ocurre muy poco con este pacto los que ganan tiempo e imagen son Peña y su bloque político, de todos modos la incógnita seguirá existiendo. Existe la posibilidad, una de tantas interpretaciones, de que la lectura del país de parte del nuevo Presidente lo incline a una postura reformista; no en balde la desconfianza y el descontento social es muy elevado, tanta que no se puede mejorar con poses y publicidad. Se puede creer o no pero no es esa la cuestión, ellos tienen el poder ,imponen condiciones y marcan la ruta en términos de ejecución; pueden o no ser insensibles, dar por sentado que el pueblo mexicano aguanta todo, que no pasará nada, pero se pueden confiar demasiado y equivocar: nada pasa hasta que pasa.

El comportamiento de la oposición firmante es curiosa, el PAN va en caída libre, le urge un tanque de oxigeno antes de volverse una fuerza marginal; independientemente de sus proclamas seudoinstitucionales y de cambio se encuentra en una situación desesperada, de tal manera que es frágil ante el poder; este pacto le permite tener centralidad y agarrar los hilos de control a su dirigente Madero; digamos que Peña u Osorio Chong, los tienen bajo control. El caso del PRD es doblemente curioso por el ocultamiento a dirigentes formales y legisladores de los términos del pacto; se puede estar o no conforme con ese acuerdo el problema es que su magnitud y circunstancias exigían debate y definiciones del conjunto partidario; en la forma no se cumplió con los mínimos de un partido del tipo del PRD; Zambrano, prácticamente se fue por la libre, en franco desacato a los resolutivos colegiados; eso es importante, no se puede ser muy demócrata hacia fuera, en el discurso, mientras hacia dentro se usurpan funciones y se desconoce la institucionalidad partidaria. La apuesta de la burocracia partidaria, sobre todo del grupo que controla la representación y las prerrogativas, es audaz sin duda, adopta una postura rupturista, del estilo de "si no les gusta, váyanse" y "el partido es mío". No es claro lo que persiguen los intrigantes representantes del PRD, en todo caso pareciera que están amarrando una alianza férrea con el poder político por lo que se pudiera ofrecer en las elecciones del 2015, cuando la competencia por la izquierda con MORENA puede ser dramática, no se debe perder de vista que el PRD, salvo zonas con gobierno, como el DF, y manchones del país donde se tiene algún prestigio y cierta base social, está convertido en un cascarón.

Zambrano, ya firmó, para efectos mediáticos poco importa que lo haga a título personal; aplicó la máxima de que " más vale pedir perdón que pedir permiso"; se siente, él y su grupo, arropado por el poder; sin embargo, hay varias cuestiones que todavía se van a dilucidar: el PRD no es suyo, en tanto organismo de interés publico está sujeto a las leyes correspondientes, tiene estatutos y existen otras fuerzas en su seno que tienen voz y derechos; así que, en estos días, muchos asuntos desde el PRD se van a tener que ventilar. Pero lo más importante tiene que ver con los resultados concretos e inmediatos del pacto, en el sentido de que si no llegan pronto toda la parafernalia se volverá demagogia y sus signantes caerán en el descrédito. Desde luego falta asomarse al contenido del pacto, estudiar sus puntos, analizar viabilidades, para, después, darle el valor y los méritos reales.

La izquierda mexicana, especialmente la amarilla, siempre está en proceso de definición, a diferencia de la derecha que se reconoce como tal y actúa en consecuencia; la izquierda no, siempre discute, es deliberativa hasta el infinito, siempre se retrata, viéndose al espejo y acomodándose el fleco y la corbata; eso sí, la corbata le es infaltable. Ahora salen algunos de sus más conspicuos representantes a decirnos que debemos ser responsables e inteligentes, asumiendo que somos todo lo contrario; no queda claro que es lo que quieren decir, tampoco que ellos sean consecuentes o que conozcan a los mexicanos de carne y hueso más allá de sus puestos de poder burocráticos . Ojala, para que se les crea, antes de someternos a hechos consumados, abran el debate en nuestras filas; lo otro es pura vacilada.

Recadito: la paradoja es que Zambrano, mandó a volar las instituciones del PRD.
ufa.1959@gmail.com

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