viernes, 8 de febrero de 2013

¿ALIANZA PARA QUÉ Y PARA QUIÉN?

Isael Petronio Cantú Nájera 

El partido Revolucionario Institucional ha constituido con otros partidos menores, -Nueva Alianza, Verde Ecologista y Frente Cardenista- en el estado de Veracruz, una alianza electoral en los términos que marca el Código Electoral. El Instituto Electoral Veracruzanos (IEV) la ha registrado sin objetar nada, demostrando con ello, la plena legalidad de esa acción al quedar constituidos como: “Veracruz para Adelante”. 

Por su parte, el partido de la Revolución Democrática (PRD) y de Acción Nacional (PAN) han concretado otra: “Gran Alianza por Ti”, cuyo registro, tampoco obtuvo objeción alguna, por lo que reviste la misma legalidad. 

Siendo ambas legales, a la primera no se le objeta la legitimidad que si se le hecha en cara a la segunda. Pareciera que es válido aliarse con el PRI, por los motivos que sean y como sea; y por el contrario, no lo es cuando se alían: PRD y PAN. 

Vamos por partes: en estricta lógica militar, las fuerzas que representan diferentes causas, cuya dimensión y fortaleza es fragmentada y desequilibrada, tenderán a crear relaciones aliancistas para crear un polo de poder que gane la guerra. En el caso de fuerzas minoritarias frente una muy superior, la necesidad, madre de la lógica, impone dos variantes: unirse a la fuerza mayor y predominante y someterse a él o aliarse con los menores y ganarle al más grande. 

El más grande por su parte, sólo tiene que preocuparse en mantener divididos (divide et imperas) a sus pequeños adversarios y consolidar una política de cooptación y adhesión. Todo ello es táctico es decir, se trata de ganar una batalla, pero no la guerra; ganar la guerra implica una estrategia. 

Para el PRI, si es estratégico, seguir gobernando y por ello, no solo se desempeña en el campo del quehacer electoral, sino principalmente en el gubernamental: todos los días, crea una cultura hegemónica y coopta (compra) las adhesiones de sus adversarios en una constante táctica de división. Por cierto con mecanismos nada sutiles: dinero, casas, placas de taxi, plazas en la administración con algunos cargos importantes o finalmente la amenaza de cualquier naturaleza. 

La alianza del PRI con los otros partidos, si bien sólo se presenta en los momentos electorales, coexiste todos los días, desde el momento en que los representantes de los partidos aliados, son a su vez: empleados en distintas dependencias del mismo gobierno, es decir, no existe discrepancia mayor en su forma de ver y hacer la función gubernamental: se identifican en la forma en que se gobierna y como se gobierna. 

Teóricamente no sucede así entre el PRD y el PAN, se dice a grandes voces que los primeros representan a la Izquierda, con mayúscula, y el PAN a la Derecha, también con mayúscula. Para no irnos al campo de sutilezas ideológicas, podemos decir grosso modo, que la izquierda postula un gobierno que incide en el mercado regulando la lucha entre el capital y la fuerza de trabajo, privilegiando a los que menos tienen; por su parte, la derecha, deja que las fuerzas del mercado se regulen solas, bajo la ley de la oferta y la demanda y que el gobierno únicamente debe vigilar su estricta aplicación, no le interesa la contradicción entre capital y fuerza de trabajo y para los que menos tienen, sólo se aplica una política subsidiaria, donde la sociedad civil actúa en términos de piedad y no de justicia. 

En Veracruz, a lo largo de 95 años, tomando como referencia a 1917, el grupo que ha hegemonizado el poder, membretes aparte y respetando el curso de la historia, se identifica plenamente con el PRI; luego entonces, las oposiciones al PRI, tanto de derecha como de izquierda, han sufrido derrota tras derrota en el campo electoral y más o menos en los tres niveles de gobierno. 

Se identifica plenamente el avance de izquierdas y derechas en el campo de batalla electoral, a partir del sexenio del ex gobernador Patricio Chirinos Calero, cuando en las elecciones de 1997 para elegir los ayuntamientos, el PRD obtuvo 686,630 votos, el PAN 455,082 y el PRI 885,641, lo que significaba que 1,141,712 veracruzanos votaron en contra del PRI. 

En la última elección para gobernador, donde gana Duarte, en las elecciones para ayuntamientos, sólo para estar alineado en el tipo de votación, el PRD en alianza con PT y Convergencia obtuvo 512,874 votos, el PAN en alianza con Nueva Alianza obtuvo 1,164,625 y el PRI aliado con PVEN y PRV sólo obtuvo 1,312,922 votos, lo que significa que 1,677,499 veracruzanos votaron en contra del PRI. 

En ambas elecciones la suma de derechas y de izquierda le ganaba al PRI en 1997 con 256,071 votos y en el 2010 se le ganaba con 364,577 votos.[1]

Los cambios que se pueden observar son: el PRD pierde votación drásticamente frente al PAN y el PRI tiene un avance importante, sin embargo, no le alcanza para tener una cómoda mayoría electoral y sabe que si sus adversarios históricos se unen pierde las elecciones. 

Luego entonces, de manera fría y matemática, sin rollo ideológico, la alianza PRD-PAN, tiene la oportunidad de ganar la mayoría de municipios y de diputaciones con la simple idea de ¡derrotar al PRI! 

La parte que sigue es más complicada ¿Alianza para quién?, pues con lo anterior demostramos que la alianza sólo tiene el propósito de derrotar al partido hegemónico. La respuesta a la pregunta de ¿para quién es la alianza? Puede tener, por lo menos cuatro respuestas: a) sólo para beneficiar a los dirigentes de los partidos aliancistas, b) para constituir un gobierno neoliberal y democrático que achique más al estado y deje en plena libertad las fuerzas del mercado, c) para constituir un gobierno social y democrático que regule el mercado para beneficio de los que menos tienen y d) para constituir un gobierno de los más malos (cacocracia). 

Les recuerdo que ya estamos en el tema estratégico, es decir, si ganamos la batalla electoral ¿qué es lo que sigue, qué es lo que haremos para quedarnos y crear una nueva hegemonía en el poder? y creo, con todo respeto, que los dirigentes estatales y nacionales, pasaron por alto este tema fundamental y por consiguiente el futuro inmediato será de caos gubernamental y corrupción. 

Chismes aparte o informaciones filtradas en la prensa, la aparición de una lista de candidaturas plurinominales vía PAN, donde va el presidente del PRD y otro expresidente en lugares privilegiados al igual que los del PAN, es elemento suficiente para argumentar que la alianza se hizo sólo para beneficiar a los dirigentes de los partidos y que, el período que se avecina será terriblemente caótico y lleno de más corrupción. 

Hasta hoy, no existe ningún medio de comunicación que de cuenta del proyecto o tipo de gobierno que implementará la alianza en caso de ganar las elecciones; solamente la forma de distribuirse las candidaturas, forma que diseñaron sin tomar en cuenta a las bases militantes de los partidos, ni siquiera a los órganos colegiados de dirección y eso: demuestra el carácter antidemocrático de las dirigencias y su proclividad al autoritarismo, algo que sin duda, los asimila a la cultura hegemónica que pretenden destruir: la del PRI. Si esta deducción es correcta, luego entonces, estamos frente a un proceso de perversión de la democracia que el PRD y el PAN dicen defender. 

Por mi parte, no veo, ninguna intención de construir un modelo nuevo de gobernanza, es decir, en el sentido de incorporar en los gobiernos la acción conjunta de los gobernantes, de los gobernados en general y particularmente, a los dueños del capital, bajo controles de la propia sociedad, que en palabras de Guillermo O’Donnell (Accountability horizontal, 2004) que cita a Smulovitz y Peruzotti (2000 y 2002): es un mecanismo no electoral, pero vertical, de control de autoridades políticas que descansa en las acciones de un múltiple conjunto de asociaciones de ciudadanos y movimientos, acción que tiene como objetivo exponer errores gubernamentales, traer cuestiones a la agenda pública o activar el funcionamiento de agencias horizontales de accountability. 

Ante la grave ausencia de una política de construcción de un nuevo modelo de gobierno y gobernanza, creo pertinente señalar algunos rasgos de lo que tienen que hacer los ciudadanos que ganen, desde la oposición al PRI, para construir las bases de una nueva hegemonía. 

PRIMERO.- dado que el instrumento legal que le permite al PRI seguir ganado elecciones y cometiendo todo tipo de fraudes hasta la coacción del voto es la Ley Electoral y el propio IEV: resulta pertinente hacer una profunda reforma electoral, que garantice elecciones libres, auténticas y periódicas y evitar lo que todos vimos que sucedió en las pasadas elecciones federales; luego entonces, ganándose la mayoría del Congreso, se tendrá como tarea urgente hacer un nuevo Código Electoral y revisar la integración y el funcionamiento del propio IEV. 

SEGUNDO.- La suma de poderes municipales y del Legislativo, de ser ganados en su mayoría, crearán un típico gobierno “compartido”, donde el Ejecutivo, se verá obligado a negociar, ahora si, la elaboración de un PRESUPUESTO de egresos participativo, donde se privilegie la adjudicación de recursos a los ayuntamientos y éstos, a favor de la obra pública municipal; destruyendo la inercia de seguir aumentando la burocracia y el gasto corriente, para hacer eficiente la administración y más austera. 

TERCERO.- La creación de una Ley para la Revocación del Mandato de todo cargo de elección popular, posibilitando con ello, el control de los políticos en su vertiente societal; bajo el argumento de que: quien da el poder es quien lo quita. 

CUARTO.- Endurecimiento del conjunto de leyes que castigan la corrupción y reforma integral al ORFIS, para que cumpla cabalmente su papel fiscalizador, y último, aunque se requieren mucho más reformas para desmontar el estilo priista de gobernar, 

QUINTO.- Implementación de las bases de un sistema semiparlamentario, donde, el titular del Poder Ejecutivo, esté realmente bajo el control del Poder Legislativo. 

Si estos cinco puntos, por lo menos, se inicia su implementación, podremos ver al cabo de un trienio para los diputados o del cuatrienio de los presidentes municipales: que el gobierno ha cambiado de rumbo ofreciendo un perfil más democrático y participativo y el pueblo de Veracruz se ha vuelto más rico y próspero con una mayor, y de mejor calidad, obra pública; con un ambiente social más seguro y representativo y sobre todo: con una cultura profundamente democrática y un gobierno eficiente, plenamente igualitario para ambos sexos y justiciero en cuanto a la protección de los que están inmersos en la pobreza y pobreza extrema. Con esto, el pueblo, aprenderá que su voto vale y le da razón a la integración de gobiernos que obedecen a los intereses de los gobernados, y no de las camarillas, grupos de poder o clases sociales. 

Si esto no sucede y aún así, la alianza gana, ya veremos de nuevo al PRD y al PAN pelear como perros y gatos el poder político, dando oportunidad a que el PRI regrese por sus fueros, tal y como lo ha hecho a nivel federal. 

¡Hic Rodhus, hic salta! 

[1] Los datos de las elecciones están tomados de la siguiente página del IEV: 

http://www.iev.org.mx/1resutadoselec/2010/estadistica.html

1 comentario:

Anónimo dijo...

sr Isael:

por favor revise sus figuras y descripciones antes de publicarlas, cuetió de mínima atención al lectorado, las descripciones de su imagen estan MAL !!!! son inversas............ busque en google, wikipedia u otro buscador.............

saludos ( ya no me dió interés leer probables errores ........