¿Qué sucedió con la alianza PAN-PRD en Veracruz?
Raúl Abraham López Martínez*
Simplemente la abortaron, desde lo alto del Palacio de Gobierno vieron el peligro que anunciaba la consolidación de una alianza PAN-PRD para disputar el Congreso Local y los Ayuntamientos. El peligro de perder el control del recinto legislativo alertó a las élites priistas de Veracruz y decidieron aplicar un plan de contingencia para tronar una posible coalición la oposición en Veracruz.
Fue una operación de amplia escala, bien diseñada y ejecutada conforme a su plan estratégico, cada uno de los actores que participaron de esta estratagema cumplió a cabalidad con su correspondiente guion.
Para concretar el objetivo de tronar la alianza opositora, el plan estratégico se integró a partir de tres frentes políticos.
El primer frente estuvo integrado por el aparato gubernamental, a la cabeza se ubicó el Titular del Poder Ejecutivo, quien por medio de sus operadores conformaron la coordinación central de la operación. Ellos fueron los responsables, de que cada uno de los actores de esta maniobra estuvieran enterados sobre el papel que les correspondió desempeñar.
De esta manera, los operadores de Duarte alinearon a sus voceros gubernamentales, a sus dirigentes de partido, legisladores y a los magistrados del Tribunal Electoral.
Guardando la secrecía que ameritó la organización del operativo, se privilegiaron los discretos encuentros personales en lugar de las llamadas a celular, para evitar desde luego las posibles infiltraciones.
El segundo frente de batalla, se encuentra identificado con el estiércol que abunda en el PRD del estado de Veracruz, un estiércol cuyo papel fue el de desmantelar al Sol Azteca desde sus propias entrañas. No vale la pena ni mencionar los nombres de estas bolas de elefante, sus nombres aparecen de manera reiterada en la prensa oficial de Veracruz.
Desmantelar al PRD desde su interior y generar las condiciones para impedir la consolidación de la alianza PAN-PRD, fueron las dos principales tareas que ejecutaron por mandato de Javier Duarte. Hay que felicitar a este estiércol perredista, logaron el objetivo que les pidió su jefe.
El tercer frente de operación política, fue el manejo mediático que directamente promovieron los operadores de Duarte para bombardear una y otra vez la alianza PAN-PRD, este manejo mediático incluye el destacar en las primeras planas las declaraciones del estiércol perredista veracruzano. Con la intención de confundir a la militancia del PAN, del PRD y a la ciudadanía.
Lo anterior, fueron los ejes de operación política que se pusieron en marcha para bloquear la conformación de un amplio bloque opositor en Veracruz.
Los intereses en juego son mayúsculos, el PRI en esta entidad de la República se niega a jugar de manera democrática. Recurriendo arbitrariamente a su poder para imponer su voluntad.
Es cuanto hasta el momento. La batalla por la alternancia en Veracruz no ha concluido, en muchos distritos y municipios de Veracruz se encuentra concretando la alianza de facto entre el PAN y miembros del PRD que se han negado a actuar de empleados del gobernador de Veracruz.
Esta alianza de facto puede ser el factor sorpresa para el PRI.
*Analista político y Director de la Revista Digital Independiente Voz Universitaria
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